México y Estados Unidos, como países afectados por el narcotráfico, deberían acompañar los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las rebeldes FARC para ayudar a buscar salidas al problema, afirmó hoy el analista Marco Romero.
El investigador consideró positivo que se avalara la presencia de México y Estados Unidos, como "invitados o acompañantes", en el debate sobre el problema del narcotráfico, el cual fue incluido en la agenda a negociar en la mesa de diálogo.
"Sería bueno que concurran como invitados o acompañantes para que sean escuchados sobre lo que piensan de un problema, cuya salida les repercute de manera directa", añadió el experto en resolución de conflictos armados.
Aunque recordó que el diálogo entre el gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) será directo, Romero advirtió que los aportes que se hagan ayudarán a enriquecer el proceso.
Colombia "ha tenido por tradición que países amigos participen en los esfuerzos por conseguir la paz", como en su momento lo hizo México al albergar en la ciudad de Tlaxcala los diálogos con las FARC, anotó el especialista.
El gobierno y las FARC acordaron discutir a partir del 8 de octubre próximo una agenda orientada a buscar una salida política al conflicto armado interno, que incluye el desarrollo urbano, solución al narcotráfico, abandono de las armas y reparación a las víctimas.
Aunque las negociaciones de paz se instalarán en Oslo, Noruega, tendrán como sede permanente a Cuba, país que apoyó la fase exploratoria en La Habana, y como acompañantes del proceso estarán los gobiernos de Chile y Venezuela.
El expresidente colombiano Andrés Pastrana (1998-2002) afirmó recién que Estados Unidos, como país consumidor, debe ser invitado a la discusión que se haga del problema del narcotráfico en la mesa de diálogo.
"Ojalá se pudiera invitar a Estados Unidos al proceso de paz" que comenzarán las FARC y el gobierno de Colombia en Oslo, Noruega, dijo Pastrana.
Tanto el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, como el mandatario estadounidense Barack Obama expresaron de manera reciente su apoyo a los diálogos de paz y consideraron el tema de la mayor importancia para sus respectivos países.
Obama manifestó hace varias semanas que las conversaciones que iniciarán el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC son una oportunidad "para poner fin a décadas de terrorismo y narcotráfico".
Peña Nieto, por su parte, hizo votos en su visita de trabajo a Bogotá, el pasado 18 de septiembre, para que los diálogos "permitan lograr la paz" en Colombia y dijo que para México este tema "es de la mayor relevancia".