El emir de Kuwait, jeque Sabah al Ahmad al Sabah, aprobó hoy la composición del nuevo Gobierno formado por el primer ministro, jeque Yaber Mubarak al Sabah, informó la agencia oficial de noticias kuwaití Kuna.
El monarca emitió un decreto por el que queda constituido el nuevo Gabinete, integrado por trece ministros.
Como es habitual en ese emirato del golfo Pérsico, las carteras más importantes quedaron en manos de miembros de la Familia Real, entre ellas la de Interior, asumida por Ahmed Hamud al Sabah; la de Defensa, por Ahmed Jaled al Sabah; y la de Asuntos Exteriores, por Sabah Jaled al Sabah.
El nuevo titular de Información es el jeque Mohamed Abdalá al Sabah, mientras que la única mujer del gabinete es la ministra de Asuntos de Planificación y Desarrollo, Rola Abdalá Dushti.
El anuncio del nuevo Consejo de Ministros se produce después de que el pasado 1 de julio el emir aceptara la dimisión del anterior Gobierno, encabezado por el mismo Yaber Mubarak al Sabah.
El primer ministro había renunciado a su puesto para poner fin a la crisis política que atraviesa este país rico en petróleo, si bien el monarca volvió a pedirle que formara un nuevo Ejecutivo.
La dimisión del Gabinete se produjo después de que el Tribunal Constitucional invalidara las últimas elecciones legislativas, celebradas el 2 de febrero pasado, y restaurara el Parlamento vigente antes de esos comicios.
Fue entonces cuando se formó otro Ejecutivo, encabezado por el jeque Yaber, que accedió por primera vez al cargo de primer ministro el 4 de diciembre pasado.
La sentencia del tribunal establece que el Parlamento disuelto el pasado 6 de diciembre debe recuperar el poder legislativo y que las normas aprobadas en la asamblea parlamentaria salida de las urnas en febrero pasado serán válidas hasta su anulación por otra orden judicial.
Kuwait vivió a finales de 2011 una crisis política que se agudizó el 17 de noviembre cuando miles de manifestantes irrumpieron en el Parlamento después de que la policía dispersase a la fuerza una marcha que exigía la renuncia del entonces primer ministro, jeque Naser Mohamed al Ahmed al Sabah, acusado de corrupción.
Tras la dimisión del Gobierno, se disolvió el Parlamento y se celebraron comicios legislativos, en los que los grupos de orientación islámica, especialmente los salafistas, avanzaron posiciones en el hemiciclo.
Las desavenencias en la asamblea parlamentaria y las crisis gubernamentales son una constante en este rico emirato petrolero del golfo Pérsico, que cuenta con uno de los parlamentos más democráticos de la región.