En contra. Diputados del PRD, PT y MC tomaron la tribuna de San Lázaro, para impedir la votación sobre la Reforma Laboral.
De una manera inédita, desde uno de los balcones del Palacio Legislativo de San Lázaro, se dirigió ayer la sesión en la que se aprobó la reforma laboral.
Se avaló la regularización del "outsourcing", los contratos temporales y restringir los salarios caídos que fueron propuestos como iniciativa preferente por el presidente Felipe Calderón, que contaron con el aval de los priistas que serán Gobierno a partir del 1 de diciembre. Pero los tricolores evitaron tocar a los sindicatos, cuyos dirigentes en su mayoría pertenecen a ese partido.
Cuando se votaría una propuesta de moción suspensiva para que no se aprobaran las reformas, un grupo de diputados del PRD y el PT se subió a la tribuna para protestar con mantas y playeras en las que se leía: "Sí al empleo permanente con seguridad social". Pero la protesta terminó en toma de la tribuna.
Encabezados por Martí Batres y legisladores bejaranistas del PRD, los inconformes arrebataron el micrófono al presidente de la Cámara, el priista Jesús Murillo Karam, para impedir que la sesión continuara. Con la tribuna tomada, Murillo Karam decretó un receso. Los integrantes de la mesa directiva abandonaron el presidium y los inconformes se quedaron ahí.
A las 16:01 horas, el presidente de la mesa directiva, Murillo Karam, reanudó la sesión, pero no desde la tribuna aún tomada, sino desde uno de los balcones que normalmente se habilitan para los fotógrafos, un lugar nunca utilizado para dirigir una sesión.
La maniobra del PRI impidió que la protesta de la izquierda cancelara la aprobación de la reforma laboral.
Abajo, priistas y panistas gritaban "¡sí se pudo, sí se pudo!". Los de izquierda respondían "¡No a la imposición!". Una hora y media después el dictamen se sometió a votación. El resultado fue de 351 votos a favor de diputados del PRI, PAN y PVEM, 130 en contra del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, así como 10 abstenciones.
Los diputados que tenían tomada la tribuna la abandonaron después de esta votación y los integrantes de la mesa directiva volvieron a ocuparla. Desde ahí dirigieron la votación de artículos reservados, de los cuales uno a uno fueron rechazados.