Treinta mil personas abarrotan el estadio de beisbol de la capital dominicana el 8 de septiembre. Miles de jóvenes, principalmente chicas, esperan de pie durante horas para el inicio del concierto.
Ricardo Arjona, el cantante guatemalteco de ingeniosas frases e historias sugerentes, ofrece su 65º concierto de este 2012 ante una multitud entregada desde antes de la primera nota. Más de un millón de entradas se ha vendido en esta gira que lleva el nombre Independiente de su último disco. Arjona sigue siendo uno de los mayores espectáculos de la música en español.
En esta exitosa gira, sin embargo, Arjona enfrenta retos inéditos. "Independiente" es un disco realizado fuera de las disqueras tradicionales. Para producirlo Arjona ha creado un sello propio, Metamorfosis, si bien su empresa anterior, Warner, realiza la distribución.
A esto hay que añadir un veto de Televisa debido a que Arjona ha decidido presentarse en la Arena de la Ciudad de México en lugar de algún foro de OCESA, su socia en espectáculos. Este veto significa que ni la música ni los videos de Arjona pueden aparecer en los múltiples medios de Televisa (nota: yo colaboro con su competencia, TV Azteca).
En una conversación Arjona me dice que respeta "el derecho de Televisa a tomar sus decisiones", pero añade que él siempre ha decidido dónde presentarse. En un comunicado anterior la empresa Metamorfosis señalaba: "No se trata de si se comulga o no con el gusto por mi música. Se trata de las estrategias que se crean para imponer el síndrome del monopolio enfermo, con políticas depredadoras en el afán de quedarse con el pastel completo y que en pleno siglo XXI se coarte la libertad artística de elección." Ni Televisa ni OCESA han comentado este veto que podría ser considerado una práctica monopólica.
En un tiempo en que las ventas formales de discos han caído por la piratería y las descargas de internet, los conciertos se han convertido en la nueva columna vertebral del negocio de la música. No es una actividad sencilla ni barata. Las giras internacionales obligan a un intenso trabajo de logística y producción. A Arjona lo acompañan más de 50 técnicos y músicos que montan y desmontan escenarios y participan en el show. El trabajo es intenso cuando se tiene que dar un nuevo concierto cada tercer o cuarto día. Arjona, por otra parte, realiza enormes inversiones en sus producciones. Sus escenografías, rotativas y cambiantes, tienen la calidad de las de Broadway, pero deben trasladarse de país en país.
Independiente es un disco sensible e inteligente. Arjona no ha perdido su habilidad de jugar con las palabras. "Te invito a que me invites esta noche al pecado que jamás yo te invité"… "El amor es dos en uno que al final no son ninguno y se acostumbran a mentir." En "Mi novia se me está poniendo vieja", ofrece un fino homenaje a su madre. El dueto "Fuiste tú" con Gaby Moreno, una nueva artista guatemalteca firmada por Metamorfosis, ofrece una hermosa armonía de dos voces contrastantes.
El público recibe a Arjona con entusiasmo en la República Dominicana como en todos los países en que se presenta. En el estadio de beisbol una chica de quizá 18 años, vestida con shorts vaqueros y una camiseta azul, grita y llora las dos horas del concierto sin sentarse un momento y sin dejar de corear las letras. Arjona canta, corre, ríe, reflexiona y seduce a su público. Es un artista carismático y talentoso.
Pero su reto rebasa hoy los escenarios. La gran pregunta es si un cantante, por talentoso y popular que sea, puede enfrentarse a los monopolios que dominan el negocio del espectáculo.
DESUNIDA
Andrés Manuel López Obrador busca separarse de los partidos de izquierda. Quiere tener su propio partido. "No se trata de una ruptura -aclara--. Me despido en los mejores términos." Le faltó añadir: La izquierda desunida jamás será vencida.
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