Rusia seguirá suministrando armas a Siria en el marco de sus compromisos bilaterales e internacionales, aseguró hoy el viceministro ruso de Defensa, Anatoli Antonov, quien puso en duda que su armamento haya sido usado para reprimir a los manifestantes.
“Rusia está comprometida con sus obligaciones internacionales respecto a los suministros de armas convencionales. No violaremos ninguna obligación internacional”, declaró Antonov en conferencia de prensa.
Indicó que Rusia no incumple ninguna norma internacional. “Lo que no está prohibido está permitido”, dijo el viceministro de Defensa, citado por las agencias rusas de noticias Novosti e Itar-Tass.
Subrayó que Rusia nunca ha vendido al régimen sirio “armamento ofensivo”, es decir que altere el equilibrio de fuerzas en Medio Oriente.
Indicó que Siria está “satisfecha” con la cooperación técnico militar con Rusia. “En la actualidad, no hay ninguna restricción a nuestros suministros. Debemos cumplir con nuestras obligaciones y es lo que hacemos”, agregó.
Antonov también respondió a las acusaciones de que armas rusas como los fusiles AK-47 son utilizadas por las fuerzas de seguridad sirias contra los opositores y manifestantes que exigen desde marzo pasado la renuncia del presidente Bashar al-Assad.
“Yo me abstendría de declarar que los manifestantes están siendo asesinados con armas rusas. Si se usaron para ello los fusiles Kalashnikov habrían sido réplicas piratas”, resaltó.
Recordó que el 90 por ciento de los Kalashnikov que se utilizan en el mundo son de contrabando y no fueron fabricadas en territorio ruso.
Siria es el principal importador de armas rusas en Medio Oriente y ha suscrito con Rusia una serie de importantes contratos militares, el más reciente en diciembre pasado mediante el cual Moscú suministrará a Damasco 36 aviones de instrucción de combate Yak-130.
