Al menos 200 elefantes han sido abatidos desde mediados de enero en el norte de Camerún por guerrilleros sudaneses que usan la venta del marfil para financiar sus actividades, denunció ayer la web del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, en sus siglas en inglés).
En un comunicado divulgado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), la organización asegura que al menos 100 cadáveres de los paquidermos han sido localizados en el Parque Nacional Bouba Ndjida, en la frontera con Chad, y que los enfrentamientos armados en la zona han impedido realizar una exploración mayor de la reserva natural.
Según los datos de IFAW, numerosas crías de elefantes han quedado huérfanas, y se teme que acaben muriendo de hambre y sed sin la protección de la manada.