Sol Azteca. Jesús Ortega, Carlos Navarrete y Jesús Zambrano asistieron a la sesión del Consejo Nacional del PRD.
La posibilidad que el Tribunal Electoral federal invalide la elección presidencial fue vista con escepticismo en el PRD. Ese ánimo fue el que prevaleció entre los perredistas durante su Consejo Nacional, máximo órgano de dirección del partido, al debatir los resultados de la elección del 1 de julio y sus planes a futuro.
"Pensar que el Trife va a resolver por la anulación de las elecciones y va invalidar la elección es ser ingenuos y es conducir al movimiento electoral y social equivocadamente", advirtió el secretario de Alianzas y Relaciones Políticas, Armando Contreras, del grupo del Jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard. Sin embargo, no fue el único que habló en ese sentido ante cerca de 300 perredistas.
"Sabemos que es muy difícil que el Tribunal anule la elección, pero todavía esa batalla no está perdida. Hay que apretar el paso y presionar más fuerte, pero efectivamente no es muy probable que esto suceda (la invalidez), y no porque la sociedad no esté movilizada, sino porque el Tribunal responde a los poderes fácticos", dijo Saúl Escobar.
Los perredistas respaldaron el plan de Andrés Manuel López Obrador para rechazar los resultados que le dan una desventaja de 3 millones de votos y llevar la resistencia a todo el País con la intención de recoger más pruebas de posibles ilegalidades en el proceso electoral. Sin embargo, algunos líderes cuestionaron al Consejo no asumir una posición sobre qué pasará después del 6 de septiembre, cuando el TRIFE dé una calificación de la elección.
Incluso, en su Balance del Proyecto Electoral 2012, asumen la elección como perdida.
"No haber conquistado la Presidencia de la República y ser nuevamente agraviados como nación y como actores políticos, con la imposición de resultados oficiales que son producto de un fraude generalizado a la ley, de la violación de los derechos civiles y políticos de todos los electores y de la comisión de un cúmulo de actos ilícitos de diversa naturaleza, es un resultado a todas luces negativo", indica el texto aprobado por unanimidad.
No obstante, el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, matizó: "¿Qué va a pasar cuando el Tribunal decida si no nos da la razón? Ahí lo platicamos, ahí lo valoramos para ver qué es lo que puede seguir, pero tengan por seguro que nosotros vamos a poner por delante nuestra lucha por una agenda nacional que atienda los problemas del País. Hacer valer el peso que hoy tenemos".
No hubo ayer en el Consejo Nacional voces de esperanza de ganar la batalla ante el Tribunal Electoral; lo que sí hubo fue una lluvia de recriminaciones de líderes, quienes reconocieron que el partido no trabajó lo necesario para ganar la elección.
La ex secretaria general del PRD, Hortensia Aragón, también dirigente de Foro Nuevo Sol y cercana a Ebrard, acusó a la dirigencia nacional de trabajar para obtener buenos resultados, pero no para ganar.
Señaló que los resultados son producto, además de las irregularidades, de la manera en que se procesaron las candidaturas, la desactivación de la dirección y de que las corrientes trabajaron para ellas y no para el partido.
Reivindicará labor de izquierda
El PRD impulsará en la próxima legislatura una agenda que incluye ocho grandes temas que contemplan una reforma hacendaria sin nuevos impuestos, el combate a la corrupción, la soberanía energética, seguridad y la democratización de los medios de comunicación.
Los perredistas decidieron que independientemente del fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la elección presidencial, buscarán "reivindicar la vocación parlamentaria de la izquierda".
Según se desprende del documento "Ejes de la Agenda Legislativa del PRD en el Congreso de la Unión", la rendición de cuentas, la transparencia y el combate a la corrupción serán una prioridad. En este punto, los perredistas buscarán darle más "dientes" a la Auditoría Superior de la Federación y al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos.
Los legisladores electos agendaron un apartado para disminuirse 30% de sus dietas, abstenerse de caer en nepotismo, comportarse con austeridad y oponerse a iniciativas que afecten la calidad de vida de los mexicanos.