Robo. Empleados de Pemex.
Por lo menos 53 agentes de la Gerencia de Servicios de Seguridad Física de Pemex fueron atacados por el crimen organizado en sus recorridos de vigilancia para evitar la ordeña de hidrocarburos.
El saldo de las agresiones, de acuerdo con datos de la paraestatal, es de 2 muertos, 28 heridos y 23 agentes secuestrados, de quienes se desconoce su paradero y en algunos casos la familia se ha hecho cargo del caso.
Los ataques ocurren principalmente en Veracruz, Tamaulipas, Campeche, Sinaloa, Puebla y Tabasco, refieren elementos de seguridad de Pemex.
Agentes desplegados en Veracruz y Tamaulipas comentaron que además han recibido amenazas e intimidaciones de integrantes del crimen organizado.
"El robo de hidrocarburos continuó presentándose en la Red Nacional de Ductos debido a que los sistemas están tomados, prácticamente, por bandas del crimen organizado asociadas con grupos fuertemente armados", acepta Pemex en un informe sobre tomas clandestinas actualizado el 10 de agosto.
Los ataques, aseguran los vigilantes, se han registrado en los recorridos que efectúan a pie a lo largo de los poliductos para localizar tomas clandestinas, cisternas, mangueras, depósitos o bodegas donde se almacene hidrocarburo robado.
"En Veracruz, un compañero fue acribillado, y de la Gerencia no hay apoyo. Nos mandan con escopetas o pistolitas, cuando con los delincuentes nos topamos con cuernos de chivo y hasta lanzacohetes", refiere un agente de los 872 elementos que conforman la Gerencia de Servicios de Seguridad, para la custodia de 62 mil kilómetros de ductos instalados en el país.
Los recorridos de vigilancia, refieren los guardias consultados, son a pie sobre los costados de los ductos y se apoyan de una varilla metálica para hacer frente al robo de combustible que rebasa los 64 mil 500 litros por hora.
"Los fusiles AR-15 y unas mini Uzis fueron sustituidos por unas escopetas y unos revólveres inoperantes y estorbosos. Los chalecos antibalas que tenemos son pesados y caducos en su blindaje y, para colmo, las camionetas que tenemos no son las adecuadas para los terrenos en los que nos movemos", indica un vigilante consultado.
Pemex ha reconocido la vulnerabilidad de su sistema de ductos ante el crimen organizado, por lo que ha requerido el apoyo de las Fuerzas Armadas, la Procuraduría General de la República y la Policía Federal.
"Las tecnologías de punta como el servicio SCADA, para detectar fugas, han demostrado una inefectividad, pese a los millones que Pemex gasta en esas nuevas adquisiciones", comenta un agente que se encuentra en Reynosa, Tamaulipas.
No obstante, el robo de combustible a Pemex va al alza.
Al cierre de junio de 2012, el volumen estimado de combustible sustraído ilícitamente a través de tomas clandestinas ascendió a un millón 841 mil 478 barriles, siendo 18 por ciento mayor que el faltante calculado para el mismo período del año pasado, que fue de un millón 557 mil 569 barriles.