Al menos 16 personas, entre ellas mujeres y niños, murieron en un atentado con bomba cerca de la capital de Siria, en momentos en que un funcionario ruso de alto nivel reconoció que los rebeldes puedan derrotar al régimen de Damasco.
La explosión se registró en la ciudad de Qatana, que forma parte de un grupo de suburbios, a 25 kilómetros al suroeste de Damasco, donde el gobierno del presidente Bashar al Assad intenta arrinconar a los rebeldes.
En el ataque de este jueves, que dejó al menos 23 heridos, un automóvil cargado de explosivos estalló cerca de una escuela en una zona residencial de Qatana, según el reporte de la agencia oficial de noticias SANA.
El informe citó a los médicos de un hospital donde fueron llevados los cuerpos de las 16 víctimas, entre ellos siete niños y varias mujeres.
Ataques similares se registraron la víspera en cuatro sitios de Damasco. Uno de ellos fue en el edificio del Ministerio del Interior, que dejó cinco personas muertas.
En Moscú, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Mikhail Bogdanov, reconoció que el régimen de Al-Assad está perdiendo el control sobre el territorio sirio ante la ofensiva de la oposición rebelde, según la agencia de noticias Interfax.
"Desafortunadamente, no podemos descartar la victoria de la oposición siria", comentó Bogdanov, la primera vez que un funcionario ruso reconoce la debilidad del régimen del mandatario Al-Assad.
Aunque la posición del vicecanciller no es la del gobierno de Rusia, el mayor aliado de Siria, es la primera vez que se abre la posibilidad de una derrota del régimen de Damasco.
Rusia también está haciendo planes para una posible evacuación de miles de sus ciudadanos en Siria, comentó Bogdanov.
