Al menos siete civiles murieron y otros 23 resultaron heridos en un atentado suicida perpetrado hoy junto a la entrada de la universidad de la ciudad meridional afgana de Kandahar, informó una fuente oficial.
El portavoz del gobernador de la provincia de Kandahar, Javed Faisal, explicó que el ataque tuvo lugar en torno a las 18:40 hora local (14:10 GMT) y fue llevado a cabo por un terrorista suicida que se desplazaba en un vehículo.
Citada por la agencia local AIP, esta misma fuente precisó que el atentado ocurrió en el aparcamiento de la universidad aunque evitó confirmar que éste fuera el objetivo de la acción.
Los sucesos violentos son habituales en el arco suroriental de Afganistán, donde predomina la etnia pastún, de la que tradicionalmente proceden los insurgentes talibanes.
Kandahar es el bastión espiritual de los talibanes pues aquí nació el movimiento integrista a mediados de la década de 1990.
Los atentados suicidas y las bombas camineras son uno de los métodos más utilizados por los integristas para hostigar a las fuerzas de seguridad extranjeras y afganas.
En la práctica, sin embargo, estas acciones causan un elevado número de víctimas civiles.
Más de una década después de la invasión estadounidense que propició la caída del régimen talibán, la guerra afgana se halla en uno de sus momentos más sangrientos.
Las fuerzas extranjeras comenzaron en julio de 2011 a retirarse progresivamente del país y a transferir la responsabilidad de la seguridad al Ejército y Policía afganos.
Este proceso debe concluir en 2014 si se cumplen los plazos previstos.
