Al menos 25 civiles murieron y 50 más resultaron heridos en un atentado suicida perpetrado ayer durante un entierro en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
El portavoz del gobernador provincial, Ahmad Zia Abdulzai, explicó que en el ataque fallecieron entre 20 y 25 personas, todas ellas civiles, y precisó que la explosión tuvo lugar en el distrito de Dur Baba, situado en la inestable frontera con Pakistán.
El jefe de la Policía de Nangarhar, Abdulá Stanikzai, dijo que el atentado tenía aparentemente como objetivo al máximo responsable administrativo de la mencionada demarcación, Hamesha Gul, que resultó herido.