Como resultado del atentado al menor 90 personas fallecieron y cientos resultaron heridas. EFE
Al menos 90 efectivos de las fuerzas de seguridad yemeníes murieron y cientos resultaron heridos en el atentado más mortífero en Yemen desde que comenzara el año pasado la revuelta popular que acabó con el régimen de Alí Abdalá Saleh.
El ataque fue perpetrado en Saná por un terrorista suicida y tuvo como blanco los ensayos de un desfile de las fuerzas del orden, que en la actualidad llevan a cabo una gran ofensiva contra los bastiones de Al Qaeda en el sur del país.
Una fuente del Ministerio de Defensa informó que la cifra de fallecidos supera los 90 y la de heridos 220, mientras que fuentes médicas señalaron que por lo menos 50 de los cadáveres recibidos en varios hospitales eran de militares.
Del ataque, ocurrido en la plaza de Sabein, en el sur de la capital, salieron ilesos el ministro de Defensa, Mohamed Naser Ahmad, y el jefe del Estado Mayor, Ali al Ashual.
Varios miembros de las fuerzas del orden que presenciaron el ataque dijeron que un suicida, disfrazado de policía, hizo estallar un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo en medio de un grupo de efectivos de la Seguridad Central.
El Ministerio de Defensa precisó que todas las víctimas eran reclutas de la Policía y del Ejército, que preparaban un desfile para un acto que conmemora mañana el vigésimo segundo aniversario de la unificación de Yemen.
A ese acto está previsto que asistan el presidente del país, Abdo Rabu Mansur Hadi, y otros altos cargos, y se celebraría en la citada plaza de Sabein, cerca del palacio presidencial.
Según se pudo constatar, el estallido causó una gran mancha negra del ceniza en el suelo, donde quedaron esparcidos restos humanos.
Inmediatamente después, la policía acordonó la zona y varias ambulancias se precipitaron al lugar de los hechos para evacuar a las víctimas.
En la plaza, el oficial de la Policía, general Hamid Besher, afirmó que las primeras investigaciones apuntan a que detrás del atentado está la red terrorista Al Qaeda, que por el momento no ha reivindicado el ataque.
Por su parte, una fuente del Ministerio del Interior, citada por la agencia estatal yemení Saba, aseguró que esta matanza "aumentará la voluntad de las Fuerzas Armadas para enfrentar a los elementos terroristas sin tregua".
"Los que están detrás de esta masacre brutal no escaparán al castigo", advirtió la fuente oficial, que señaló que se limpiará el Yemen de terroristas.
La inestabilidad en Yemen desde que estallaran el 27 de enero de 2011 las revueltas populares contra el régimen de Saleh, que abandonó el poder a finales febrero pasado, ha favorecido el aumento de la actividad de Al Qaeda, que controla varias localidades del sur del país.
Este grupo ha perpetrado en el último año numerosos atentados, especialmente contra las fuerzas de seguridad y el Ejército, pero normalmente han sido en el sur.
El ataque de hoy coincide con el desarrollo de una gran ofensiva militar contra los bastiones de Al Qaeda en el sur de Yemen, iniciada el pasado día 12, y que ha causado centenares de víctimas, la mayoría terroristas, aunque también hay bajas castrenses.
Las operaciones militares contra los combatientes se concentran en las localidades de Lauder, Zinyibar y Yaar, feudos de la organización terrorista en el sur del país.
Hoy el grupo radical "Ansar al Sharía" (seguidores de la ley islámica), vinculado a Al Qaeda, reivindicó el ataque de ayer contra expertos antiterroristas estadounidenses en la ciudad costera de Al Hodeida, en el oeste de Yemen.
El grupo aseguró en un comunicado que tres norteamericanos resultaron heridos por los disparos, de los cuales uno de ellos está herido grave en el cuello.
El domingo, una fuente de seguridad afirmó que los heridos eran dos instructores militares de EU, especializados en lucha antiterrorista.
