Traslado. Empleados de medicina forence trasladan los cuerpos de los reos que murieron en la Granja Penal de Comayagua en Tegucigalpa (Honduras). Ayer se confirmó la muerte de 354 personas en el incendio.
Un equipo especial de expertos de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, a petición del Gobierno de Honduras, participará en la investigación sobre el incendio ocurrido el martes pasado en el centro nacional penitenciario en Comayagua, en el que murieron más de 350 presos. Su misión será determinar las causas que provocaron el siniestro.
Los expertos que integran el Equipo de Respuesta Internacional (IRT) de la ATF y que llegarán hoy a territorio hondureño, participaron, por ejemplo, en la investigación del bombardeo a un club nocturno en Bogotá, Colombia, en el que murieron 32 personas en febrero de 2003.
La ATF a través de un comunicado informó que el IRT "proporciona asistencia técnica y forense en todo el mundo en la supervisión en las investigaciones de incendios y explosivos".
Detalló que ante el incendio que arrasó la prisión de Comayagua, "el Gobierno de Honduras solicitó el apoyo de la ATF - a través del Departamento de Estado- para determinar la causa del incendio".
Indicó que el equipo llegará hoy para "reconstruir la escena, identificar el origen del fuego, y tamizará los restos para obtener evidencia en relación con el incendio; además de que efectuará entrevistas", para establecer con precisión cómo ocurrió la conflagración.
Se detalló que el IRT está compuesto por veteranos agentes especiales con amplia experiencia en la investigación de explosiones, para identificar las causas y origen de incendios, que cuenta con químicos forenses, oficiales de aplicación de explosivos, protección contra incendios e ingenieros eléctricos; además de contar con el apoyo de una unidad canina entrenada en la detección de acelerantes y explosivos caninos de detección de explosivos. Estos expertos también brindan apoyo de inteligencia y materia de la auditoría forense.
Desde su creación en 1978, los especialistas del ORT han recibido 32 llamadas de asistencia internacional "para investigar atentados y proporcionar supervisión de investigación en grandes incendios que se traducen en la pérdida masiva de vidas y pérdidas materiales estimadas en millones de dólares".
Entre los casos en los que han intervenido estos expertos de la ATF están también una explosión de depósito de municiones de Albania en abril de 2008 que mató a 26 personas, dejó 400 heridos y dañó más de cuatro mil hogares y empresas; así como en la recuperación de varios artefactos explosivos improvisados en Santo Domingo, República Dominicana, en enero de 2008.
Confirman 354 muertos
Una mujer y 354 presos son los muertos en el incendio de la noche del martes en la Granja Penal de Comayagua, en la región central de Honduras, informó la directora de fiscales del Ministerio Público, Danelia Ferrera.
La mujer que murió en el incendio, cuya identidad no ha sido dada, estaba registrada como que había ingresado en la cárcel, pero no había un reporte de su salida, indicó Ferrera a los periodistas en Tegucigalpa sin dar más detalles al respecto.
Agregó que dentro del penal había 852 personas, incluida la mujer, y que de los reos, 477 están en la prisión, mientras que 20 fueron hospitalizados, con lo que los muertos suman 355 en total y no se produjeron fugas, como en principio se informó.
"Consideramos que no habría fugados en virtud que los datos coinciden con las cifras oficiales del centro penitenciario", dijo Ferrera.
Tras producirse el incendio, el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Héctor Iván Mejía, que citaba fuentes administrativas de la prisión, había informado que el total de reos en la Granja Penal sumaban 852, sin mencionar a la mujer.
Niegan que reo haya iniciado el fuego
Las autoridades limpiaban los escombros del letal incendio en la cárcel de Comayagua, mientras frente a la morgue familiares se aglomeraban para identificar a las víctimas del siniestro, pero algunos dudaban sobre la versión de que un reo provocó la tragedia.
La madre de uno de los prisioneros muertos, Manuela Alvarado, de 69 años, se mostró escéptica hacia la versión de que el fuego lo comenzó un preso que incendió un colchón como las autoridades habían explicado. "No podría ser un incendio por un colchón porque este señor no estaba solo, había más gente que no iba a permitir eso. Habrían apagado el colchón", expresó sollozante la mujer, cuyo hijo Carlos Paz, de 34 años, purgaba una condena por homicidio que completaría en mayo. Los presos murieron calcinados o asfixiados por el humo. El vicefiscal general Roberto Ramírez detalló que en la morgue hay 355 cuerpos, de los cuales dos corresponden a reos que fallecieron mientras eran atendidos por las graves quemaduras que sufrieron en un hospital de Tegucigalpa y el resto llegaron del penal de Comayagua, donde el martes a las 10:50 de la noche se desencadenó el siniestro, a 140 kilómetros al norte de la capital.
Las llamas se propagaron con avidez dentro de seis de los 12 cobertizos o "módulos" donde permanecían los reclusos. En esos galpones improvisaban divisiones con sábanas y les era permitido tener enseres como hornillas, televisores y hasta refrigeradores, cuyos restos chamuscados eran sacados por reos y trabajadores, junto a láminas y fierros retorcidos y ahumados.