Sin ganar. Avicultores aseguran que el precio actual apenas cubre los costos de producción, mientras los que ganan son los intermediarios, distribuidores y puntos de venta como pollerías.
En un año, el precio del kilogramo de pollo subió 21.36 por ciento, al pasar de 22 pesos a febrero de 2011, a 26.70 pesos el kilo en el mismo periodo de este año.
Avicultores aseguran que el precio actual apenas cubre los costos de producción, por lo que los principales beneficiados de los incrementos son los intermediarios, distribuidores y puntos de venta como pollerías.
"El costo actual es de 24 y ellos (polleros) lo dan en 26, no es un margen ni del 10 por ciento, pero ellos están acostumbrados a márgenes del 40 por ciento porque todo el año pasado el pollo estuvo baratísimo", aseguró Jaime Crivelli, presidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
De acuerdo con Crivelli, durante 2011 la industria avícola enfrentó una sobreoferta de pollo, lo que llevó a los productores a vender hasta 20 por ciento por debajo de sus costos de producción, los cuales además se vieron fuertemente incrementados por el alza de precio en insumos básicos como los granos.
"El costo de producción (en 2011) era de 20 pesos el kilogramo de pollo ya procesado, y se vendía en 18 o hasta 16 pesos el kilo, o sea muy por debajo de los costos de producirlo; todas las empresas perdieron y algunas pequeñas y medianas incluso desaparecieron", señaló.
El representante avícola agregó que para este 2012 la demanda ha logrado balancearse con la oferta, lo que explica que el pollo esté recuperando su precio.
El incremento en el precio causó recientemente disgusto entre dueños de pollerías del Distrito Federal, quienes se manifestaron argumentando las constantes alzas al precio en que las empresas le venden el ave a los mayoristas.
"El año pasado, cuando ellos compraban pollo baratísimo y las empresas perdían no se quejaron, en cambio los productores de pollo absorbieron las pérdidas, hoy, que las cosas ya se equilibraron y que se redujeron sus márgenes, ahora sí no les parece; pero ni modo, así funciona el comercio", argumentó Crivelli.