El Indice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos aumentó 0.2 en enero pasado, el mayor crecimiento en cuatro meses, informó hoy el Departamento del Trabajo.
El ajuste se debió en especial por el alza del precio de la gasolina, que puede tener un impacto en la recuperación de la economía y podría frenar un nuevo estímulo monetario por parte de la Reserva Federal.
Los analistas esperaban un incremento de 0.3 por ciento del IPC, que es la medida más común de la inflación.
La medición subyacente, que excluye los cambiantes precios de la energía y los alimentos, también registró un aumento de 0.2 por ciento.
La tasa subyacente en los 12 meses pasados hasta enero fue de un 2.3 por ciento.
La Reserva Federal indicó, al concluir su reunión de enero, que podría mantener sin cambios hasta finales de 2014 la tasa de interés de fondos federales entre 0.0 y 0.25 por ciento.