Las autoridades en Cuba han incrementado la represión contra activistas de los derechos humanos como un intento de silenciarlos durante la visita del Papa Benedicto XVI a la isla, denunció Amnistía Internacional (AI).
La ofensiva se ha traducido en el aumento del número de arrestos, en la desconexión de teléfonos y en resguardar viviendas para evitar la denuncia de abusos, como en el caso de la Comisión Cubana para los Derechos Humanos y la Reconciliación Nacional, expresó el organismo.
“El bloqueo de las comunicaciones y la detención de más de 150 opositores políticos es otro ejemplo más del desprecio absoluto de las autoridades cubanas hacia los derechos humanos”, dijo Javier Zúñiga, asesor de AI.
El activista pidió a las autoridades cubanas detener de inmediato el acoso, garantizar que todas las personas de Cuba pueden expresar libremente su opinión y permitir que los activistas puedan realizar sus legítimas actividades.
“Ante esta situación, que contradice su llamamiento a una ‘sociedad más abierta’ en Cuba, el Papa debe adoptar postura, y debe prestar su voz a quienes se han quedado sin ella a causa de la constante represión: debe condenar la falta de libertades en Cuba”, afirmó.
El organismo humanitario expresó que el pasado lunes, decenas de opositores al gobierno fueron detenidos en Santiago de Cuba, donde el Papa celebró una misa pública al inicio de su visita.
Asimismo la policía y los agentes del departamento de seguridad rodearon las casas de numerosos opositores, a los que mantuvieron sitiados para impedirles asistir a la misa del pontífice o circular libremente.
En Cuba, las detenciones breves de opositores al gobierno, activistas de derechos humanos y periodistas independientes son práctica habitual, de acuerdo con AI.
En vísperas de la visita del Papa, cientos de opositores al gobierno fueron detenidos durante periodos breves, amenazados o privados de su libertad de circulación.
