Parteras. Llegaron de diferentes municipios y durarán tres días en capacitación.
El siglo de durango
Maria Juana Bautista tiene 68 años, de éstos, 48 ha trabajado como partera; niega tener un don divino porque con solo tocar a la mujer embarazada sabe como viene el bebé y calcula la fecha de nacimiento: "yo sólo encomiendo a Dios lo que hago", comentó.
Ella es una de las 76 parteras que existen en Durango y de las cuales la mitad inició un curso de capacitación.
Juana Bautista Torres atendió a 106 mujeres embarazadas en Tamazula, de los cuales solo un ni{p nació muerto, "eclipsado", dijo, y poco más de 20 de los bebés que ayudó a nacer, ahora son sus ahijados.
Florentina Ramos, ella tiene 34 años como partera en el municipio de Simón Bolívar, ha ayudado a nacer a 300 niños; nunca a cobrado un sólo peso por esta labor la cual, asegura, sigue haciendo con mucho gusto.
Dijo que solo usa la medicina tradicional, la herbolaria, y algunos aceites para calentar el abdomen de la mujer y lograr la dilatación necesaria.
Su saldo es positivo, los 300 bebes atendidos nacieron vivos y así fueron entregados.
María Cristina Soto Aguilar, es partera pero en la zona indígena, habla poco el español por lo que acudió al curso de capacitación acompañada de una intérprete.
Batalla para la contabilidad y solo asegura que no sabe a cuantos niños ha traído a este mundo, pero ella es la única partera en Milpillas, en plena zona indígena de El Mezquital.
Ellas y otras parteras más, recibieron un primer curso de capacitación con el cual buscan, no mejorar su estilo, sino tener el respaldo de la Secretaría de Salud y el apoyo de la misma para cuando enfrenten embarazos complicados.