Huyen. Una familia de refugiados sirios cruza la frontera con Líbano. Se estima que unas 20 mil personas dejan el país cada día.
Grupos rebeldes en Siria avanzaron ayer en su intento por derrocar al régimen de Bashar al-Assad y lograron el control de varias secciones de la frontera con Turquía, un día después de que un ataque mató a miembros clave de la cúpula militar.
Los rebeldes también intensificaron la batalla por la capital, Damasco, donde ya controlan varias secciones, mientras el futuro de la dictadura de Assad es cada vez más incierto.
Assad endureció la respuesta contra los rebeldes luego de que un ataque el miércoles mató al ministro de Defensa y a su cuñado, e hirió a otros altos funcionarios, pero su paradero se desconoce.
Tropas del ejército sirio se han retirado de varias posiciones ya ocupadas por los rebeldes.