La calidad crediticia del Gobierno de Coahuila fue degradada a una calificación "especulativa", lo cual pone la capacidad de pagos del Estado en la categoría "chatarra".
La firma Fitch Ratings anunció ayer que bajó de BBB- a BB+ la calificación crediticia del Estado, lo que significa que perdió el "grado de inversión" y se ubicó en un grado de "especulación", que significa una incertidumbre sobre su capacidad para cumplir obligaciones financieras.
La nota de BB+ es similar a la que Fitch otorgó recientemente a los gobiernos de Portugal y Hungría, dos de las economías más vulnerables de Europa.
Según Fitch, la baja en la calificación se debe a que el Estado tiene "limitada flexibilidad para cumplir en forma oportuna y total con sus altos compromisos financieros, derivados del muy alto nivel de endeudamiento".
En medio año, Coahuila pasó de tener una de las más altas calificaciones crediticias del país (AA) a ser considerada una entidad vulnerable. En agosto pasado, Fitch degradó la calificación a BBB-, el grado más bajo de inversión, cuando se reveló que el monto de la deuda estatal ascendía a más de 33 mil millones de pesos.
Si bien Fitch señala que la reestructuración de los créditos fue favorable para el Estado, el pago ejerce una "fuerte presión" sobre sus finanzas y falta información sobre la situación financiera de Coahuila. El secretario de Finanzas, Jesús Ochoa, dijo que la baja de calificación no afecta las condiciones de la reestructuración hecha con los bancos el año pasado. Ochoa admitió que esta calificación sí afectaría la intención se solicitar un nuevo crédito, pero afirmó que el gobierno estatal no pretende un nuevo endeudamiento. La calificación de BB+ es llamada "especulativa" o "grado de no inversión"; pero se le conoce coloquialmente como "chatarra", debido a que la capacidad del sujeto de crédito es vulnerable a condiciones económicas adversas.
Ochoa admitió que una de las causas por la baja de nota fue la falta de información sobre las finanzas estatales en 2010 y 2011, pero aseguró que el gobierno del Estado ha dado a Fitch los datos necesarios y que en dos meses se revisará de nuevo la calificación. Según el funcionario, Fitch no tomó en cuenta dos créditos que estaban pendientes de reestructuración, que suman unos mil 600 millones de pesos. Dijo que uno de los créditos, con Banco del Bajío, ya fue renegociado y se sigue este proceso con otro de Banorte.