Bandas de robo colombianas
A Jimmy Alexander Neisar Patiño, colombiano, lo detuvieron la primera vez el 10 de diciembre de 2011 en Irapuato, Guanajuato. No fue casual. La Policía de aquella entidad había montado una operación especial para la aprehensión de una banda relacionada con los asaltos a una residencia de la colonia Villas y al hotel Flamingo ubicado en la Zona Dorada de esa ciudad del bajío.
En sólo dos días Neisar y tres colombianos más de nombres Ángel David Cuervo Ávila, Juan Ramón Morones Hernández y Boris Ricardo Tovar Guzmán habían robado la casa de Villas y entrado al hotel para asaltar a los asistentes a una convención de productos naturistas Herbalife.
Para distraer a la Policía abandonaron cerca del hotel una camioneta blanca con placas de California, que tenía en su interior un bote con combustible y unos cables para simular un artefacto explosivo, lo que obligó el desalojo de la zona. Ellos huyeron en un Mustang blanco con placas de Michoacán y en otra camioneta Ford Lobo.
Un día después del asalto al hotel, el 10 de diciembre, la Policía de Guanajuato detuvo a Neisar y sus tres cómplices frente al estadio de futbol de Irapuato, donde iba a cobrar una extorsión. En la movilización lograron irse otros cuatro asaltantes, entre ellos una mujer, de quienes no hubo más información. En sus declaraciones los cuatro hombres confesaron que habían cometido otros seis asaltos, y combinar el robo con la extorsión.
En enero de 2012, la Dirección de la Policía Municipal de Guanajuato presumió sus aprehensiones como parte de sus logros. Pero omitió informar que los cuatro detenidos, entre ellos Neisar, habían logrado su libertad en marzo, al parecer por el beneficio de la libertad condicional porque no habían sido sorprendidos in fraganti.
Ocho meses después, en agosto, el nombre de Neisar apareció de nuevo a la cabeza de la lista de detenidos por el robo de la joyería Brío, en el Centro Histórico de la ciudad de México. Hasta ahora nadie sabe cómo logró su libertad el colombiano de 35 años, que ingresó a México el 5 de febrero de 2011 con visa de turista y comenzó su vida en el Distrito Federal como vendedor de bolsas en el centro de la ciudad, de acuerdo con las investigaciones que sigue la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
LAS PRIMERAS PISTAS Las autoridades capitalinas comenzaron a seguir la pista de la banda de Neisar en mayo pasado, tras un asalto cometido en un condominio ubicado en avenida Contreras, de la colonia San Jerónimo Lídice, en Magdalena Contreras. La Policía del DF detuvo allí a una mujer, también colombiana, de nombre Martha Barrero García, de 38 años, quien había actuado junto a tres hombres que lograron retirarse en un Stratus color café y una camioneta. A cambio de su libertad, la mujer ofreció 100 mil pesos a los agentes de la patrulla P61-25, quienes rechazaron el soborno.
Allí comenzó la investigación para hallar a sus cómplices y los siguientes en caer fueron Anderson Harvey Valencia Linares y Wilson Rubiano García, detenido el 18 de julio, en Polanco, cuando circulaba a bordo de una camioneta.
La documentación de la camioneta estaba a nombre de Gerardo González Guerrero, mexicano que vivía en la colonia San Juan de Aragón, delegación Gustavo A. Madero, a donde se trasladó la Policía de Investigación para interrogarlo. En su primera versión aseguró que había rentado su camioneta a Wilson sin saber que era delincuente. Pero luego cayó en contradicciones y reveló la ubicación de uno de los cinco departamentos que la banda utilizaba.
Éste se ubicaba en Ejército Nacional 245-213, del conjunto residencial Skyview, y por él pagaban una renta de 25 mil pesos mensuales, pues el lugar tiene alberca, sauna, gimnasio y decenas de cámaras de circuito cerrado.
De acuerdo con los vigilantes, en ese departamento vivían dos mujeres y un hombre colombianos, con un perro pequeño. Todos se fueron el 19 de julio, luego de la detención de Wilson Rubiano y abandonaron todo: joyas, relojes, obras de arte, monedas antiguas, computadoras, objetos electrónicos y ropa de las marca Ferragamo, Armani, Lacoste.
Las autoridades también encontraron en el lugar la trilogía de El Padrino, un libro sobre la vida de Pablo Escobar, cosméticos y cremas, y en el refrigerador dos decenas de latas de té. En el congelador había paquetes de carne y pollo, y arriba las croquetas del perro.
En la recámara principal había un altar a la Virgen de Guadalupe, un par de Biblias y unos ángeles, así como un sombrero de charro. Una empleada del lugar aseguró que estaban preparando una fiesta, pero ya no regresaron: "Dejaron todo y se fueron".
El subprocurador de Averiguaciones Previas del DF, Hiram Almeida, dijo que las detenciones de Rubiano y González permitieron a la PGJDF localizar otros dos departamentos en avenida Mariano Escobedo, casi esquina con Tolstoi y en la calle Londres, colonia Juárez.
BANDAS MULTIPLICADAS Las autoridades del DF, ya habían sido alertadas de la operación de bandas colombianas dedicadas al robo de casas en estados del centro del país como Puebla, Querétaro, estado de México y Guanajuato, donde actuaba Jimmy Alexander Neisar Patiño. Compartían métodos de robo y siempre había una mujer con ellos que ayudaba a distraer a los porteros.
Desde enero de 2011, la PGJDF informó de la detención de cuatro colombianos, de nuevo tres hombres y una mujer, dedicados al robo de casa-habitación en las delegaciones Álvaro Obregón y Miguel Hidalgo. Los identificaron como Alexander García Mendoza, John Fredy Taba Valencia, Wilder Javier Prada y Ericka Rojas Cubillas. En noviembre de 2010, este grupo había cometido al menos tres robos.
Tres meses después, en abril, el entonces procurador mexiquense, Alfredo Castillo, informó de la detención de otra banda de colombianos integrada por Jonathan Amezcua López, Raúl Flores Reyes, Edgar Guerra Martínez y Yuliana Galván Alvarado, quienes habían enfrentado a balazos a las autoridades. Fueron involucrados en al menos 65 robos a casa-habitación en esa entidad y en el DF, Coahuila y Nuevo León, donde el líder del grupo ya había enfrentado un proceso por el asalto a residencias del municipio de San Pedro Garza.
Ese mismo mes, la Policía capitalina aprehendió a dos colombianos, un estadounidense y un mexicano, también dedicados al robo de casas. Se trataba de Javier Vel Mores, Carlos Mendoza, Harold Wilson Díaz y José Mauricio Torres Moscoso. En Puebla, ese mismo abril las autoridades rescataron a una cubana y tres colombianos, entre ellos una mujer, de un intento de linchamiento en San Gregorio Atzompan, luego que salían de una casa que habían robado.
Este año la PGJDF ya desarticuló seis bandas integradas en su mayoría por colombianos. Otras tres fueron detenidas en el estado de México: una en marzo en Tlalneplanta, otra en Atizapán y una más Huxquilucan.
De acuerdo con el fiscal de Cuauhtémoc, de los 47 colombianos detenidos este año, al menos 20 están relacionados con la banda que lideraban Jimmy Alexander Neisar y su novia Nidia Guerrero Beltrán, quien por cierto está como contacto en la página de Facebook de Ángel David Cuervo Ávila, uno de los colombianos liberados en Guanajuato en marzo pasado, y al parecer es sobrina de Martha Barrero, la primera colombiana de la banda consignada el 21 de junio en el penal de Santa Martha Acatitla.
SIGUEN LAS INVESTIGACIONES Para Hiram Almeida, el robo a la joyería Brío escaló en las pretensiones delictivas del grupo colombiano.
Neisar conoció a Jeison Fabián Rincón o Jeison Fabián Santamaría Rincón, también colombiano, con quien colaboró en distintos robos y lo presentó con Ernesto Ibarra Bonilla, coyote del Centro Histórico, quien se encargó de la venta de los objetos robados. Rincón, al parecer, es el único prófugo de la banda y se presume que regresó a su país.
Jimmy conoció a Nidia en su círculo de amigos colombianos en el DF y desde el inicio de su relación se hicieron socios en los atracos. Ella había llegado a México a principios de 2011 y actuaba para distraer la vigilancia de los sitios que elegían para sus golpes. Las autoridades presumen que la idea del asalto a la joyería en el Centro vino de ella.
El golpe lo planearon Neisa, Nidia y Héctor Hernández Ovalle, el colombiano que murió el día del asalto. Disfrazados, como habían operado, entraron a la joyería de Madero. Nidia llevaba en su bolsa el botín, que sumó cerca de 7 millones de pesos. Todos ya fueron detenidos: Neisar y Nidia, en su última visita a la Basílica de Guadalupe, antes de partir a Colombia, como pretendían, pues ella ya llevaba en el bolso un boleto de avión que partía a las 18 horas. En su último intento por irse, la pareja ofreció un millón de pesos a los agentes que los detuvieron al salir de misa. Los demás cómplices fueron localizados en los domicilios de Doctor Liceaga y en un departamento de la calle de Rubens, en San Juan Mixcoac.
Las autoridades, por su parte, ya enviaron el cuerpo de Hernández Ovalle a su país. La PGJDF ha extendido la investigación hasta Colombia, pues presume que Neisar, al menos, ya tenía antecedentes de robo allá, tanto en departamentos como en una joyería.
Era su último robo, han declarado, antes de volver a Colombia por un tiempo, hasta que la autoridad se olvidara de ellos. No lo lograron.
Redes sociales
⇒ Nidia es la menos discreta. En su perfil de Facebook aparecen fotos en sus visitas a la Basílica de Guadalupe, el Museo de Cera, la Plaza Garibaldi y centros comerciales de Polanco.
⇒ Ángel David Cuervo Ávila, sigue publicando y tiene actividades en Facebook. Su última actualización es del pasado 24 de septiembre y en una foto del 9 de diciembre de 2011, día que cometieron el asalto al hotel Flamingo.