Fabián Barba fue el triunfador de la tarde al cortar tres orejas y salir en hombros en la vigésimo primera corrida y última de la Temporada Grande. Barba conquista
La espera mereció la pena. Dos campañas después, Fabián Barba conquistó otra salida a hombros en la Plaza México, donde este domingo se convirtió en actor protagónico del colofón de la Temporada Grande con el corte de tres orejas, real reflejo de la joven madurez que el diestro de Aguascalientes tiene en el ruedo.
La última tarde de toros en la Monumental de Insurgentes de este ciclo también fue de éxito para el capitalino Christian Ortega y el aguascalentense Fabián Barba, quienes obtuvieron un apéndice cada uno.
La ganadería tlaxcalteca de Cuatro Caminos, propiedad de los criadores Sergio Hernández González y Sergio Hernández Weber, correspondió a las expectativas, envió a La México un encierro de buen juego, en líneas generales, del que destacó la calidad del segundo en el lote de Barba, "Conchito", que mereció los honores del arrastre lento.
Barba patentó en el coso capitalino el rodaje y la rotundidad de otras plazas. Hace poco menos de un mes cortó una oreja de peso en El Nuevo Progreso de Guadalajara y se mostró aún más ambicioso en el embudo de Insurgentes.
Aprovechó las condiciones de sus enemigos, desplegó el toreo clásico, los mismos trazos estéticos -aunque mejorados- que lo colocaron en el radar del público capitalino desde hace un par de seriales. Técnica, temple, sitio, fondo torero, todo conjugó Fabián en su tarde de reaparición en La México, donde patentó que es uno de los jóvenes matadores a seguir por los empresarios nacionales.
En la misma tesitura de calidad artística, los trasteos del de Aguascalientes merecieron una y dos orejas, respectivamente. Fabián, el respeto de los aficionados.