El portugués del ValenciaMiguel (i) intenta robar el balón al Cesc Fábregas, del Barcelona, durante la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. (EFE)
Barcelona de Pep Guardiola sentenció la eliminatoria ante el Valencia con una victoria en el Camp Nou (2-0) y jugará su duodécima final en tres años y medio, la tercera de la Copa del Rey desde que el técnico de Santpedor dirige al conjunto azulgrana.
Un nuevo fogonazo de la sociedad Messi-Cesc congeló la eliminatoria al cuarto de hora y le cambió el paso a un partido que, hasta entonces, había tenido un claro dominador, el Valencia, que había salido al Camp Nou a quitar a los azulgranas su tesoro más preciado: el balón.
Con la defensa adelantada, las líneas muy juntas y presionado muy arriba, el equipo de Unai Emery encerró al Barcelona durante esos primero 15 minutos.
Aduriz, sustituto de última hora del griposo Soldado, incordiaba arriba, Albelda trabajaba a destajo en el centro del campo y Banega dirigía el ataque de su equipo en busca del gol.
Sin embargo, solo Feghouli, con un tiro desde la frontal del área, amenazó de verdad la meta de Pinto. La atrevida táctica del conjunto valenciano además entrañaba sus riesgos.
El riesgo de que Messi te agarre un balón en el interior, levante la cabeza, le envíe un pase cruzado a Cesc y que éste gane la espalda a la zaga visitante para picar sutilmente el esférico sobre la salida en falso de Diego Alves.
El 1-0 mató al Valencia, que hasta entonces había jugado con una determinación encomiable, y dio vida al Barça, que empezó a ser el Barça y ya no dejaría de serlo hasta el final del choque.
Los azulgranas pudieron sentenciar la eliminatoria antes de llegar al descanso. Cesc tuvo tres ocasiones clarísimas, Messi otras dos. Xavi, Cuenca y Alexis también lo intentaron. Sin embargo, casi siempre se encontraron con Diego Alves.
Ha esas alturas del encuentro, el conjunto visitante ya estaba a merced de los locales.
Los de Emery quisieron repetir en el inicio de la segunda parte el arranque del partido, pero esta vez el Barça no se dejó sorprender por el empuje rival.
Una jugada coral del Barça sentenció la eliminatoria a 10 minutos del final. Messi, Alexis y Cesc combinaron para que el balón acabara en las botas de Xavi, que, llegando desde la segunda línea, controló y fusiló a Alves con un tiro cruzado.
Pep espera una 'bonita' final
El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, vaticinó "un espectáculo maravilloso" en la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club, después de conseguir el pase ayer al eliminar al Valencia.
"Es la final de los dos equipos más coperos, los que más han prestigiado esta competición, y creo sinceramente que será una final fascinante", dijo Guardiola, que augura un partido "muy bonito" para el espectador.
Guardiola ha querido dar "un gran mérito" y valor a que su equipo se haya clasificado por tercera vez en cuatro años para la final de esta competición, negando que los azulgrana estén cansados de ganar.
"Cuando alguna vez tengáis la tentación de dudar de algún jugador, de si están cansados o acomodados, contar hasta cinco, y pensar que la competición menos prestigiosa, la que parece que no tiene tanto valor, hemos llegado tres veces a la final en cuatro años".
Sobre el encuentro ante el Valencia de ayer, el entrenador catalán destacó el gran papel de los suyos, en un partido que controlaron casi en todo momento.
Una final esperada
n En mayo, Barcelona espera al Atheltic, en una nueva final.
n Guardiola sólo ha perdido una final, la pasada de Copa del Rey ante Real Madrid.
n Al encuentro de ayer asistieron 69,476 espectadores.
