Bendice Papa ‘hospital’
Por: Arleth Cárdenas, Karlo Medina y Karla Ruiz.
El Papa Benedicto XVI sorprendió a enfermos, médicos y enfermeras en uno de los 4 hospitales de Campo que fueron instalados en el Parque Guanajuato Bicentenario. Justo cuando su ánimo decaía al escuchar el ruido de los helicópteros y pensar que no podrían verlo, la algarabía irrumpió cuando a bordo del papamóvil pasó a escasos 3 metros de este lugar lleno de enfermos: gente con la presión arterial alta o baja, infecciones, fracturas y hasta amenaza de aborto.
“Mi mamá se estaba lamentando que por su culpa yo no lo iba a poder ver porque se puso mala de la presión arterial y ahora ya se siente aliviada porque gracias a que se sintió mal llegamos a este lugar, me tocó verlo a unos 2 metros, más cerca no lo podría ver en otro lugar, estoy tan emocionada, tan contenta”, dijo Lucía Rentería, originaria de León y quien de inmediato llamó a su hijo para contarle la hazaña “Hijo acabo de ver a el Papa, más cerca no se podría”, le dijo.
Mauricio Márquez Samaniego llegó del Estado de México a las 5 de la mañana, sólo que al bajar de su automóvil se lesionó un pie al pisar mal, aún así llegó a Parque pero al ser revisado le informaron del esguince.
El pesar de que su esposa Yolanda García y su hijo Édgar Márquez no podrían ver al Papa se le fue cuando frente a los ojos de sus dos seres más queridos se hizo presente el Santo Padre.
“Al menos ya valió la pena porque ella tenía tantas ganas de velo, ahora ya nos podemos ir al hospital y a casa”, comentó el hombre que en un solo pie brincó para salir a ver a El Santo Padre.
En este hospital improvisado en una gran carpa hubo atención de consulta interna y urgencias, y llevaban ya 150 personas atendidas desde el sábado.
Conforme avanzó la misa las filas se hicieron largas de personas mareadas, con dolor muscular, y algunas hasta desmayadas. El médico David Perales, comentó que incluso atendió a una jovencita con amenaza de aborto.
El paso de el Papa les hizo olvidarse de todo, Laura Hernández, psicóloga encargada de atener a personas con crisis, cuenta que ella misma sufrió una gran emoción al verlo.
Mueve fe a enfermos
Sangrando de los pies se alcanza el cielo. Para Sandra Andrade no importaron las llagas sangrantes de sus pies, con la dicha de estar junto a quien llama ella “el representante de Dios en la tierra”.
Con más de 50 años de edad no le importo que la diabetes ya le hubiera deteriorado sus pies, los cuales según indicó la feligresa, el doctor le pidió reposo ya que si la enfermedad avanzaba le cortarán la pierna derecha.
“El doctor me dijo que no viniera porque si no me cuidaba la diabetes me iba a hacer perder el pie, pero como no voy a poder ir a Roma vengo a Guanajuato, está más cerca y vengo con la esperanza de que el Santo Padre me cure las heridas”, comentó.
Charla mientras personal de la Cruz Roja atendía las heridas de su pie derecho, en el que ya tiene llagas y el cual comenzó a sangrarle después del largo viaje que realizó desde Puebla.
“Ya tengo dos años con el azúcar, pero no tengo para las medicinas, hace dos meses me detectaron pie diabético y por eso vengo ofreciéndole mi dolor al Santo Padre para que se apiade de mí”.
Tras recibir atención regresa a su lugar a la Misa.
Pone el ejemplo
Es la tercera vez que le toca ver a un Papa, la primera vez que vio a Juan Pablo II fue en Roma y la segunda en México. Ahora le tocó verlo en su ciudad y en primera fila, pues María Elena Hernández estaba sentada en su silla de ruedas hasta adelante justamente detrás de la valla de acero que recorre las baquetas del Colegio Miraflores.
“Siento mucho gusto de verlo, me dan ganas de llorar, es algo muy bonito, le pido a Dios que lo cuide y que nos lo deje con vida mucho tiempo”, compartió.
Desde las 5 de la mañana llegó a apartar su lugar en compañía de su hija, su nieta y su yerno.
Apenas y puede escuchar, caminar es algo que ya no logra, pero a sus 81 años de edad aún tiene la fortaleza para salir a la calle, estar más de tres horas bajo los rayos del sol y una que otra vez ponerse de pie para ver pasar a S.S.
“Es la persona que dirige a todos los creyentes, es el representante de nuestro señor Jesucristo, así lo veo yo, eso es para mí Benedicto”, comentó.