Salida. Los últimos observadores de las Naciones Unidas se despiden tras finalizar su misión en la entrada del hotel de Damasco.
El Ejército sirio, apoyado por aviones y tanques, bombardeó ayer posiciones rebeldes en varios barrios de Alepo y en Damasco, en el marco de su ofensiva que ha dejado casi 25 mil muertos desde que comenzó la rebelión, en marzo de 2011.
Los barrios de Sajur, Tarik Al Bab, Bustan al Qasr y Al-Shaar en Alepo fueron bombardeados durante las primeras horas de ayer jueves con artillería pesada, precisó la Comisión General de la Revolución Siria (CGRS), que reúne a opositores al régimen.
Según la CGRS, un obús caía cada cinco minutos en el barrio de Tarik Al Bab, mientras en Salahaddine, principal bastión rebelde, las tropas sirias y el Ejército Libre de Siria libraban cruentos combates, al igual que en Seif al Dawla, Suleiman al Halabi y Hamdaniyé. Además de Alepo, el ejército sirio mantiene el asedio sobre Damasco con fuego de artillería, como parte de la ofensiva más encarnizada en lo que va de este mes para mantener el control de la capital, tras 17 meses de alzamiento contra el presidente Bashar al-Assad. El bombardeo en Damasco coincidió con la salida de los observadores de las Naciones Unidas tras el fracaso de la misión de paz liderada por el enviado especial, Kofi Annan, quien dimitió hace semanas, según la cadena árabe Al Arabiya. En Kfar Suseh, uno de los barrios de Damasco golpeados durante la ofensiva del régimen sirio, al menos 22 personas murieron, mientras otras 25 en el barrio de Nahr Eisha, elevando a 109 la cifra de fallecidos en todo el país.
Los grupos de la oposición siria denunciaron que las fuerzas sirias y sus milicias "shabiha" ejecutaron a acerca de 80 personas en los barrios de Kfar Suseh, Naher Aisha y Al Qabun, blanco en las últimas semanas de bombardeos para expulsar a los rebeldes.
El activista de la red Sham en Damasco, Suhaib al Qasem, explicó que las víctimas fueron primero atadas y a continuación ajusticiadas con disparos.