PRD. Gobernadores, legisladores y la dirigencia nacional del PRD, en una reunión en un conocido hotel de la ciudad de México.
Andrés Manuel López Obrador consultará en los estados si su Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se convierte en partido político.
En un encuentro privado con gobernadores, legisladores y miembros de la dirigencia, el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, reveló que eso anunciará el excandidato presidencial el próximo domingo en el Zócalo.
El jueves, el propio tabasqueño se lo informó al dirigente perredista, a quien le pidió no tomarlo como una ruptura con el PRD, el PT o Movimiento Ciudadano, que lo impulsaron a la Presidencia dos veces.
Ayer, durante un encuentro con su estructura en todo el País -alrededor de 150 operadores-, López Obrador detalló que a partir del 12 de septiembre y hasta el 24 de octubre iniciarán congresos distritales y estatales en los que se discutirá si Morena se mantiene como una asociación civil o se convierte en un partido político.
En esas asambleas, en las que se prevé participarán alrededor de 125 mil delegados, se trabajará en la declaración de principios, programa de acción y estatutos del Movimiento lopezobradorista.
En la convocatoria que el tabasqueño dará a conocer el próximo domingo se informa sobre quiénes coordinarán los trabajos, los cuales culminarán con un Congreso Nacional el 20 o 21 de noviembre, día en el que los delegados decidirán el futuro de Morena.
El tabasqueño rechazó la propuesta del PT y MC, que lo respaldaron durante los últimos seis años, de cederle sus registros como partidos.
Esto con el argumento de que Morena debe ser una organización con un nuevo rostro, no ligado a los vicios de los partidos.
El 2 de octubre de 2011, Morena se constituyó como asociación civil, por lo que actualmente cuenta, a decir de sus coordinadores, con al menos con 3 millones de afiliados, y una estructura que está organizada en operadores regionales, distritales y estatales, muchos de ellos militantes del PRD, PT o MC.
Anoche, durante una reunión que se prolongó más de tres horas, López Obrador confió en que el domingo tenga un Zócalo lleno, y que no sólo se alimente con la gente que movilizará Morena y los partidos de izquierda, sino con ciudadanos que simpatizan por él.
A decir de asistentes, entre ellos diputados federales, locales y senadores, el tabasqueño declarará a su movimiento en resistencia civil, que se traducirá en el no reconocimiento de Enrique Peña Nieto, pero sin movilizaciones violentas.
Luego del encuentro que sostuvo Zambrano con la cúpula perredista, no quiso reconocer la intención del tabasqueño de crear un partido, sin embargo, dijo, respetará su decisión y trabajarán juntos, pero de manera independiente.
"Si lo hace, si convoca a eso, saludaremos la vía que él asuma y quiera decidir libremente. Estaría en toda su libertad de hacerlo, con independencia de que compartimos objetivos, propósitos de un cambio profundo para el País y que, así como hemos trabajado juntos en una coalición electoral, y hoy juntos en un frente legislativo, estoy seguro que vamos a seguir trabajando llame o no llame a la conformación de un nuevo partido, sobre la base de lo que es Morena", indicó.