El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó hoy que está en proceso de negociar con las autoridades sirias y fuerzas de oposición un "cese al fuego" para llevar asistencia humanitaria a las personas más afectadas por la violencia.
El CICR es la única agencia humanitaria que se encuentra en estos momentos en territorio sirio y de acuerdo medios locales el organismo trata de negociar el cese de las hostilidades con todas las partes implicadas.
"El CICR está estudiando varias posibilidades para la entrega de ayuda humanitaria que se necesita con urgencia, dijo a la prensa la portavoz del CICR, Carla Haddad.
Esto incluye el cese de los combates en las zonas más afectadas para facilitar la ayuda rápida de la Media Luna Roja Árabe Siria y el acceso del CICR a heridos y personas que más lo necesitan", señaló Haddad.
Mientras tanto, según los últimos informes de medios locales, el régimen sirio de Bachar al Assad ha sembrado minas en sus fronteras con Jordania y con Líbano para impedir la huida de civiles, y ahora también, previsiblemente, se dispone a hacer lo mismo en su frontera con Turquía.
Según Médicos sin Fronteras (MSF), los hospitales sirios, que de acuerdo al derecho humanitario internacional deberían ofrecer auxilio y socorro a los heridos, se han convertido en centros controlados por el gobierno donde se busca a todo aquel herido por disparos o bombas.
Los heridos que han sido blanco de los ataques de francotiradores y fuerzas del ejército llevan meses sufriendo la persecución del gobierno, sean o no opositores, estimó.
Según MSF llegar a un centro médico con alguna herida de bala es prueba de pertenecer a la oposición, por lo que los hospitales se han convertido en un callejón sin salida para los lesionados.
De acuerdo a las últimas cifras de Naciones Unidas (ONU) publicadas en enero, se calculaban más de cinco mil muertos, pero en las últimas semanas la ONU "ha dejado de actualizar la cifra ya que es imposible confirmar el número de víctimas por la escalada de violencia y el aislamiento.
Grupos de oposición siria estiman en unos 30 mil los desaparecidos, muchos de ellos secuestrados en los mismos hospitales y sospechan que podrían haber sido asesinados y enterrados en fosas comunes o quizá otros pudieron haber sido llevados a prisiones secretas.
