El Consejo Diocesano de Pastoral de la diócesis de San Cristóbal de las Casas exhortó a denunciar e impedir que en las elecciones de este año, se elijan a candidatos involucrados directa o indirectamente con la delincuencia organizada, la economía criminal y la corrupción.
En julio próximo los chiapanecos votarán también por gobernador, diputados locales y presidentes municipales.
El Consejo Diocesano de Pastoral, que lo integran entre otros, los obispos Felipe Arizmendi Esquivel y Enrique Díaz Díaz, pugnó por elegir a candidatos y partidos políticos que respondan a la situación de miseria, corrupción y violencia que existen en el país.
"Debemos vigilar y exigir que quienes sean electos gobiernen recta y honradamente para todos, no sólo para los de su partido; toda autoridad es un servicio, debe dar vida, no muerte, como las autoridades que siguen dando permisos para comercializar alcohol, que soslayan ventas de droga y se quedan con dineros de obras públicas", advirtió.
El Consejo Diocesano de Pastoral, conformado también por Armando Barrón Peralta, Manuel Pérez Gómez y Martín González Montaño, aseguró que la violencia actual, el deterioro político, social y económico, se agudizan por el crimen organizado que involucra a autoridades de los tres órdenes de gobierno.
"Llamamos a la sociedad civil para denunciar e impedir, en la medida de nuestras posibilidades, que sean elegidas personas involucradas directa o indirectamente con la delincuencia organizada, la economía criminal y la corrupción", alertó.
Dicho Consejo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas denunció que desde las elecciones pasadas, existen candidatos que se han presentado en las comunidades "vestidos de ovejas, siendo realmente lobos".
Algunos partidos buscan seguidores en varias regiones y convocan lo mismo a líderes católicos que a pastores evangélicos a participar en reuniones, en aparentes ambientes de oración.
Amenizan sus campañas electorales con cantos religiosos, ofrecen regalos como biblias, crucifijos y promesas de ayudas para la construcción o remodelación de templos o ermitas, pero "no nos prestemos a estos engaños ni dejemos que otros sean comprados por las migajas que ofrecen estos grupos", puntualizó.