Luis Alberto Rivera es el primer mexicano desde 1968 en calificar a Juegos Olímpicos en salto de longitud. (Jam Media)
Luis Alberto Rivera no sólo es el primer mexicano desde 1968 en calificar a unos Juegos Olímpicos en salto de longitud. Amante del atletismo, futbolista en sus inicios, destacado estudiante y aficionado a la guitarra, es la personificación de un reto que se planteó años atrás su entrenador Francisco Olivares: el de poner a un hombre en la Luna.
Fue Frank González, director de deportes del Tec de Monterrey -donde entrena Luis- quien exhortó a Olivares a realizar la hazaña, entendiendo el llegar a la Luna como un máximo objetivo, en alusión a la frase del presidente de Estados Unidos, Jhon F. Kennedy, quien cumplió su sueño de ver a un ser humano pisar la superficie selenita.
"Para mí cumplir esa gran meta significó poner a un atleta en los Juegos Olímpicos. Me puse un tiempo de ocho años para lograrlo, pero lo logré cuatro antes, en 2012", relata el entrenador Olivares, mientras recuerda los 8.22 metros que saltó Luis Rivera en los relevos de Mount Sac, en abril pasado, para dar la marca y obtener el boleto a Londres 2012.
Después de celebrar la clasificación de su muchacho, Olivares le comunicó a Frank González su logro. "Ya puse a mi hombre en la Luna", le escribió en un correo electrónico.
"Y ahora, ¿qué harás ahí", le contestó. La respuesta la da el mismo Luis Alberto Rivera, quien a sus 25 años es el mejor saltador de longitud de América Latina en la temporada.
"Lo difícil no es llegar, sino mantenerse. No hay que aflojar. El 3 de agosto es el día mas importante en nuestra carrera, es la semifinal olímpica y con un 8.10 podemos lograr la final. Ya ahí seremos 12 saltadores, hay tres medallas y todo puede pasar".
Ilusión que alimenta el sonorense luego de conocer que el campeón mundial de salto de longitud, el estadounidense Dwight Phillips, estará ausente en Londres. Además de que el monarca olímpico de Beijing 2008, el panameño Irving Saladino, puede quedar fuera por su irregular temporada.
De hecho, si se repitieran los resultados de la justa veraniega de Beijing 2008, Luis, con su marca de 8.22 metros, se hubiera colgado el bronce. Sin duda sería un logro histórico para México.
A Rivera le costó 13 años alcanzar su sueño olímpico.
Luchón
* Quedó fuera de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011: "Sentí que fue un fracaso, pero tenía dos opciones: dejarme desanimar o demostrar que había Luis Rivera para rato. Y me fui por la segunda", ahora va por la gloria olímpica.
