Sitios de interés. La Ferrería es uno de los lugares que, junto con Mapimí y Lerdo, cuenta con características para ser nombrado Pueblo Mágico.
Al presentar los expedientes técnicos de los municipios de Lerdo y Mapimí, así como del poblado La Ferrería, que está en el municipio de Durango, como candidatos para ser nombrados Pueblos Mágicos, se busca obtener recursos para potenciar el turismo en la entidad.
Y es que, el principal beneficio de este programa federal es que se otorga un presupuesto anual para cada uno de los pueblos que reciben esta distinción, mismo que en este 2012 fue de 20 millones de pesos, informó Juan Ávalos Méndez, secretario de Turismo en la entidad.
Indicó que los expedientes técnicos que se integraron para cada uno de los lugares propuestos ya fueron entregados a la Secretaría de Turismo y se está a la espera de su presentación ante el comité técnico.
Dicho comité será el encargado de llevar a cabo la evaluación y está integrado por funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Secretaría de Turismo, el Fondo Nacional de Fomento Turístico y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Asimismo, Ávalos Méndez refirió que en Durango hay 19 puntos del Camino Real de Tierra Adentro que ya son Patrimonio de la Humanidad, aspecto que se busca enriquecer con el nombramiento de estos tres lugares como Pueblos Mágicos, al considerarse que es un catálogo atractivo a nivel nacional.
De acuerdo a la información de la Secretaría de Turismo Federal el objetivo del programa Pueblos Mágicos es resaltar el valor turístico de localidades en el interior del país, para estructurar una oferta turística innovadora y original, que atienda una demanda naciente de cultura, tradiciones, aventura y deporte extremo en escenarios naturales, o la simple, pero única cotidianidad de la vida rural.
Un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia y hechos trascendentes y a través del programa se busca mejorar la imagen urbana y conjuntar esfuerzos para convertirlos en detonadores de la economía local y regional, al considerar que el turismo y el flujo de visitantes produce resultados sorprendentes en comunidades de gran fuerza cultural y entornos urbanos y naturales de gran impacto.
