Líderes de las 20 economías más grandes del mundo buscan en Los Cabos una solución a la crisis europea que amenaza la recuperación económica global.
El llamado Grupo de los 20 (G-20) arrancó ayer con llamados a la Unión Europea para resolver la crisis que azota a España y Grecia.
"Es el momento de hacer lo necesario para estabilizar al sistema financiero mundial", dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tras una reunión con el presidente Felipe Calderón.
Sin embargo, desde el primer día afloraron las diferencias. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que los europeos "no venimos a recibir lecciones sobre cómo manejar la economía".
Barroso afirmó que la crisis que afecta al continente "se originó en América del Norte y buena parte de nuestro sector financiero se vio contaminado".
El gobierno mexicano, que tiene la presidencia del G-20, expresó confianza de que la reunión llevaría a un paquete de ayuda del Fondo Monetario Internacional para amortiguar los efectos de la crisis.
La reunión inició en medio de incertidumbre sobre el rescate de la economía española por parte de la UE, medida que fue respaldada por los asistentes a la Cumbre.
Calderón dio ayer la bienvenida a los mandatarios de los miembros del G-20, cuyas economías representan alrededor del 90 por ciento de la economía global.
Pidió a los miembros del G-20 "estar a la altura de lo que el mundo espera de sus líderes".
También llamó a que durante los dos días de reunión se defina "un plan con visión de largo plazo que permita recuperar el crecimiento y generar empleos".
