El Tri continuó ayer con sus entrenamientos en Houston, Texas. (Jam Media)
El baño de oro olímpico quedó atrás. Están obligados a hacer realidad el brillante futuro de la Selección Mexicana de Futbol que ellos mismos han puesto en el horizonte con la conquista de Londres 2012. Ante Guyana no pueden decepcionar, porque si lo hacen, saben que el técnico nacional no los convocará más.
Israel Jiménez, Diego Reyes, Jorge Enríquez, Javier Aquino y Héctor Herrera necesitan quitarse la medalla dorada, ponerla en el baúl de los recuerdos y enfrentar la eliminatoria mundialista con seriedad para demostrar que la verde absoluta no les queda chica.
"Es algo que soñaba, algo que busqué [ser convocado a la Selección Mayor]. ahora estoy aquí, trataré de aprovecharlo para llenarle el ojo al cuerpo técnico", asume el "Chatón" Enríquez.
El carismático contención del Guadalajara nunca ha estado bajo las órdenes de José Manuel de la Torre. Su experiencia abarca la etapa con Luis Fernando Tena con el combinado nacional Sub-23 que culminó con la subida de México a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos.
Enríquez pasó el trago amargo en la Copa América donde el Tri terminó como último lugar, pero que meses más tarde pudo sacarse la espina junto con el resto del plantel.
Un proceso similar lo vivió Diego Reyes. Con apenas 20 años recibe la oportunidad de mostrarse como el zaguero del futuro en este duelo eliminatoria hacia Brasil 2014. No puede escatimar, porque reconoce que tiene que cumplir con un buen trabajo para que el estratega nacional lo convoque otra vez.
SELECCIONADOS SE VAN DE 'SHOPPING'
Los integrantes de la Selección Mexicana de Futbol tuvieron la tarde libre para "pegarle" al viático e irse de compras.
José Manuel de la Torre, técnico del Tri, brindó el permiso para que sus futbolistas que disputarán dos juegos eliminatorios visitaran un centro comercial de Houston.
Diego Reyes, Oribe Peralta y Jorge Enríquez salieron con bolsas de distintas tiendas para satisfacer sus gustos y uno que otro "encargo".
El "Chatón" Enríquez, por ejemplo, fue de los más activos. Entró en una tienda de lencería a realizar algunas compras. Al salir, el mediocampista tapatío repartió autógrafos.