Una herencia. Los cardencheros de Sapioriz buscarán heredar la tradición que los llevó a ganar el Premio Nacional de Artes y Ciencias en el 2009, a una nueva generación de jóvenes de su comunidad. (CORTESÍA)
Porque en la comunidad de Sapioriz, Durango, cuna del Canto Cardenche, los sonidos de este género considerado patrimonio de la humanidad, suenan agónicos, una esperanza que buscará prolongar la manifestación artística, se convierte en una semilla que espera germinar en los jóvenes del municipio lagunero.
En coordinación con la Dirección General de Culturas Populares del Estado, el Instituto de Cultura del Estado de Durango, arrancó el taller "Una Nueva Generación en el Canto Cardenche", como parte de un programa que busca integrar a los últimos cardencheros con su comunidad.
Tras haber recibido el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el 2009, los señores Fidel Elizalde, Antonio Valles, Genaro Chavarría y Guadalupe Salazar, compartieron que su mayor preocupación, era la desaparición de una tradición heredada de generación en generación desde hace más de 150 años.
El taller es parte de las acciones que buscan conservar el canto cardenche ya que estos juglares de Sapioriz, son los últimos depositarios en la tradición del canto; y con estos jóvenes se buscará abrir un camino para que siga viviendo junto con otras expresiones culturales, como la representación de la pastorela acardenchada.
UNA ESPERANZA
Los objetivos del taller son motivar la participación de los vecinos de la comunidad en sus tradiciones musicales, impulsar la transmisión de la canción cardenche y la pastorela acardenchada e involucrar a los aprendices en la dinámica de presentaciones del grupo de cardencheros y en la formación de grupos de canto cardenche.
Este taller se llevará a cabo hasta diciembre y tendrá dos sesiones por semana con dos o más horas de clase al día, donde se aprenderán las canciones y se ensayarán las voces: fundamental, de arrastre y contra alta, tradicionales en este patrimonio cultural de la humanidad.
Los herederos de la tradición, son jóvenes trabajadores y estudiantes de Sapioriz y comunidades vecinas, quienes eligieron los días y horarios para estudiar. El taller lleva consigo el respeto a las formas tradicionales de aprendizaje en la comunidad subrayando la importancia de la autogestión entre los integrantes.
Todos los jóvenes que hagan parte de este programa de rescate, recibirán una beca para sus estudios, al igual que los cardencheros.
