El paraguayo Salvador Cabañas regresó a las canchas, dos años después de recibir un disparo en la cabeza. (EFE)
Este miércoles 25 se cumplirán dos años del grave ataque sufrido por el futbolista paraguayo Salvador Cabañas en un bar de la ciudad de México, que lo tuvo al borde de la muerte y le frustró su brillante carrera deportiva.
Por entonces jugaba con gran nivel en el América de la capital mexicana y en la selección nacional de Paraguay, de la que fue artífice innegable de su clasificación para el Mundial de Sudáfrica 2010, que él ya no pudo jugar.
Un mexicano vinculado al narcotráfico, Juan José Balderas, hoy en la cárcel, fue según investigadores el que disparó contra el delantero guaraní en un baño del bar Bar, donde él se hallaba junto a su mujer y otras personas, en la madrugada del 25 de enero 2010.
Alejado de las canchas hasta mediados de 2011, en que tras un largo tratamiento y proceso de recuperación, y con la bala alojada cerca del cerebro que no le fue extraída, Cabañas volvió a moverse ligeramente junto al plantel profesional de Libertad, el año pasado.
El club América le ofreció un partido de despedida en agosto último, en un show futbolístico en el que participaron la selección de Paraguay y el primer equipo de la poderosa institución de Las Águilas, en el mítico Estadio Azteca.
Y cuando ya nadie esperaba que Salvador volviera a la competición oficial, una semana atrás se presentó en su club de origen, 12 de Octubre de la ciudad de Itauguá, a 20 kilómetros de Asunción, donde se anunció su retorno con la casaca blanquiazul.
12 de Octubre militó hasta el año 2010 en la división profesional, descendió a la Intermedia en 2011, y volvió a perder la categoría por lo que este año competirá en la primera B, de la división de ascenso del balompié paraguayo.
Al iniciar sus entrenamientos días atrás, Cabañas se mostró feliz porque le habían dado el "alta" médica y autorizaron a jugar, admitió que "tengo que empezar prácticamente de cero, pero para mí el futbol es mi vida y no podría seguir sin él".
Un prestigioso médico neurólogo paraguayo, Mario Feltes, que llegó a atender al jugador, advirtió ayer en declaraciones a medios asunceños que "Cabañas nunca va a ser lo que fue, y existen posibilidades, pocas, pero podría presentar convulsiones".
El doctor Feltes apuntó que "la bala que le dispararon afectó zonas motoras, es un cuerpo extraño, irritativo, que puede infectarse y así producir hasta un cuadro epiléptico, una lesión orgánica como la que sufrió Cabañas deja ciertas secuelas".
Incluso fue más lejos y subrayó que "Cabañas nunca va ser lo que fue, puede jugar todo el día, pero eso no significa que vuelva al nivel anterior, eso es casi imposible", y remarcó que entre los problemas está el trastorno de orientación espacial.
"La bala le afectó el hemisferio derecho que se encarga de todos esos procesos cerebrales, los movimientos en giros serán lentos, y tendrá inconvenientes para manejar la distancia, el timing, tan importante en deportes como el futbol", indicó Feltes.
