Hay dos tipos de moscos trasmisores de dengue: el Aedes albopictus (todavía no hace daño en América Latina; está en Asia) y Aedes aegypti.
El coordinador del Observatorio para la Salud del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Marco Antonio Castillo Morán, dijo que cada año hay 50 millones de infectados en el mundo por el dengue.
El también investigador del cuerpo académico Epidemiología y Política Social indicó que en América Latina, según la Oficina Sanitaria Panamericana de la Salud, hay más de un millón de casos anuales.
Explicó que la enfermedad del dengue tiene que ver con un problema de conducta, “del vector, del virus y la de los seres humanos, y la batalla la gana la conducta del vector porque sabiendo que necesitamos eliminar criaderos de hogares y áreas de trabajo, no lo hacemos”.
Agregó que las campañas de descacharrización implican eliminar criaderos, “objetos donde puede acumularse agua y la hembra del mosco transmisor puede depositar sus huevecillos, estos pueden ser botellas, llantas, latas, entre otros”.
“Necesitamos no bajar la guardia, cuando pegó la epidemia en Jalisco en 2009 mucha gente adquirió conductas adecuadas, que algunos han conservado”, mencionó.
Dijo que, sin embargo, no se ha conformado un patrón de conducta encaminado a que hay que eliminar el vector y no sólo buscar vacuna o cura, “porque el dengue no la tiene, hay tratamiento para atender los casos, que es otra cosa, y la solución es la prevención”.
“Aproximadamente 61 por ciento de la gente encuestada en 500 colonias de la zona metropolitana dice que sí observa las medidas de eliminar los criaderos y mantener su patio limpio, pero a la hora de verificar y valorar las respuestas, al comparar lo que la gente dice, el porcentaje cae a 56 por ciento”.
Recordó que hay dos tipos de moscos trasmisores de dengue: el Aedes albopictus (todavía no hace daño en América Latina; está en Asia) y Aedes aegypti.
Puntualizó que el dengue es una enfermedad que puede presentarse sin o con signos de alarma, “además, el dengue hemorrágico puede dañar corazón, cerebro, pulmones”.