'Fue una locura', resumió el argentino Oscar Elizondo sobre lo que se vivió en Port Said, donde ocurrió una de las peores tragedias en el futbol y que dejó saldo de 74 muertos y decenas de heridos.
“Estuvimos tres horas encerrados en el vestuario. Fue una locura lo que se vivió en el terreno de juego. Se hablaba que tres mil policías fueron a ver el partido porque no hicieron absolutamente nada”, dijo el ayudante de campo del Al Ahly.
En declaraciones que brindó a diversos medios españoles y argentinos, recordó que “empezamos ganando 1- 0 el partido pero la verdad que en ese momento no sabes si es preferible festejar o no. El festejo de ellos era matar a 74 hinchas nuestros”.
Luego de la invasión al terreno de juego que protagonizaron las aficiones de ambos equipos para su enfrentamiento, dijo que él y los jugadores corrieron a los vestidores, donde se vivió otro momento trágico.
“Cuatro chicos murieron en nuestro vestuario. Hubo un momento que estábamos 500 personas dentro del mismo. La situación estuvo totalmente descontrolada porque en el vestuario entraban aficionados de uno y otro equipo. No sabíamos quién entraba y quién no”.
Tras asegurar que uno de los momentos más impactantes fue ver a la estrella de su equipo, Aboutrika, sacar en brazos a un joven no mayor de 18 años ya sin vida, confesó que desde que llegaron al estadio se veía venir esa “guerra”.
“Cuando llegamos al terreno de juego vimos una pancarta que decía 'hoy los vamos a matar'. Eso es tener mala leche. Estaba totalmente premeditado. Vimos desde el banquillo escenas surrealistas, gente que pasaba al lado sin identificación y soltaba alguna amenaza”.
Aunque al medio tiempo se planeó suspender el partido, dijo que hubiera sido peor porque el Al Ahly se fue al descanso con ventaja y confirmó que “la policía fue incapaz de ofrecer seguridad y de evacuar a los heridos. Hubo gritos, ruidos y bombas, era la guerra”.
Finalmente, dijo que ya habló con su esposa e hijos, “no me puedo creer que esté en perfecto estado en mi casa. He visto las imágenes y es terrible. No me pasó nada porque me fui corriendo”.