El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, señaló ayer martes que, pese a los "avances reales" alcanzados en Afganistán, el "cáncer" de Al Qaeda no ha sido eliminado del todo y ha hecho "metástasis" en otros países como Yemen y Somalia.
El secretario de Defensa se refirió así al grupo terrorista en una conferencia ante los miembros del centro de reflexión Center for a New American Security, en la que analizó los progresos y los retos en la lucha contra Al Qaeda después de una década.
Panetta subrayó los logros alcanzados en Afganistán, donde la seguridad "ha mejorado considerablemente" en áreas estratégicas como Kabul, ciudad en la que los ataques han disminuido un 22% y en Kandahar, con un descenso del 62%. No obstante, pese a los "avances reales" que se han conseguido y a que cuatro de sus líderes "más efectivos" , entre ellos Osama bin Laden, han sido ejecutados, "la amenaza de Al Qaeda no ha sido eliminada" , comentó.
"Hemos desacelerado el cáncer principal, pero sabemos que el cáncer ha hecho metástasis en otras partes del cuerpo global", dijo el secretario de Defensa, quien subrayó la necesidad de presionar a grupos como Al Qaeda en la Península Arábiga, con base en Yemen. Panetta señaló que durante años Estados Unidos ha vigilado a este grupo junto al Gobierno yemení proporcionando entrenamiento a las fuerzas de seguridad locales y formando especialistas en contraterrorismo, pero "nuestro trabajo en Yemen está lejos de haber acabado".
Al Qaeda aumentó su actividad en el país debido a la situación de inestabilidad que vive desde que en enero de 2011 estallaran revueltas populares contra el entonces presidente, Ali Abdalá Saleh, quien acabó por ceder el poder. Panetta también se refirió a la cooperación con Somalia en la lucha contra el grupo radical Al-Shabab, ligado a Al Qaeda, que llegó a controlar el 50% del territorio a principios de 2010 y que, según recordó, gracias la Misión de la Unión Africana (AMISOM), se ha recuperado el control de bastiones como Kismayo.
Como resultado, señaló que Al-Shabab "ha disminuido como amenaza" aunque abogó por continuar trabajando para "consolidar las ganancias logradas contra los terroristas". En este sentido, indicó que, aunque se han reducido las posibilidades de un ataque a gran estaca contra Estados Unidos como el perpetrado el 11 de septiembre de 2001, gracias a la colaboración con estos países, el "cáncer" de Al Qaeda ha sabido adaptarse "dispersándose geográficamente".