El Estadio Omnilife no estará listo para este domingo. (Archivo)
El trabajo ha sido arduo. Fue labor de varias semanas montar el campo. El verde del césped natural ya es protagonista del estadio Omnilife. Sin embargo, el próximo domingo, para el debut de Chivas como local, ante el campeón Santos, la cancha no estará lista al 100 por ciento.
Pero el técnico rojiblanco, John Van’t Schip luce sereno. Ya probó el terreno de juego del Estadio Jalisco durante el cuadrangular de pretemporada. No le gustó. Por eso, ha pedido apresurar el paso para utilizar su propia casa desde el primer encuentro.
“La cancha no está al 100 por ciento porque es nueva, pero está muy bien. Creo que en dos semanas la cancha ya estará al 100 por ciento, pero ahora lo más importan es que así es mejor que la del Jalisco. Por eso, la decisión de jugar en el Omnilife es clara”, explica en español.
Las condiciones del campo, asegura, no expondrán al futbolista. “No es riesgo, porque si hubiera riesgo no se jugaba el domingo en el Omnilife. La cancha no está al 100 por ciento, en dos semanas mejorara mucho más, pero el tanto por ciento en el que está el Omnilife es mejor que el 100 por ciento del Jalisco, por el tipo de juego que esperamos hacer”, reitera el estratega.
Por lo pronto, el arranque como local le ilusiona. “También en Toluca había muchos aficionados de Chivas. Ahora me imagino un Omnilife lleno de seguidores del Guadalajara. Será especial, muy importante por el equipo y para mí”, sentencia.
Durante las charlas con sus futbolistas, Van’t Schip utiliza videos del Barcelona para ilustrar la forma en que quiere jugar. El estratega afirma que no se trata de copiar al conjunto español, pero es el mejor ejemplo que puede tomar.
“No es que Chivas deba imitar al Barcelona o al Real Madrid. Chivas es Chivas, con jugadores diferentes, en una liga diferente, pero es bueno mirar otros equipos cómo juegan, especialmente equipos que ganan mucho, que hacen un tipo de futbol que es más o menos similar a la manera que queremos. No es solamente Chivas mira este tipo de juego, son muchos otros equipos que miran también”, razona el holandés.
Luego, también recurre a La Roja como ejemplo. “Es siempre importante de tener balance. Yo hablé siempre del balance entre jugar ofensivo y defensivo. España juega muy ofensivo, pero no le hacen tantos goles, porque es muy organizado y tiene mucho proceso de pelota. Eso es importante en el futbol, por eso estamos siempre buscando el balance en el juego”, asevera.
Ese balance confía en encontrarlo a partir del domingo, ante Santos. Aunque tampoco le corre la prisa, pues no carga con la presión de lo que le ocurrió al Rebaño Sagrado en el semestre pasado. “Es un nuevo campeonato, son jugadores diferentes, pero es normal que cuando pierdes un partidos, se vea lo que hay detrás. Para nosotros es importante estar enfocados en este campeonato, en el hoy y no pensar en el pasado. El pasado no se cambia. Es importante pensar en el futuro ahora”, concluye el técnico rojiblanco.
El técnico de Chivas ya analiza la forma en que parará a su equipo el domingo ante Santos Laguna. El cuadro que cerró ante Toluca, con Xavier Báez como lateral derecho y Érick “El Cubo” Torres en el ataque, le convenció tanto que podría utilizarlo de arranque.
Previo a la conferencia, la indicación es clara: “John responderá en español, sólo pregunten despacio y concreto, por favor”. El técnico de Chivas sonríe. Luce lo suficientemente seguro para llevar las riendas de la conferencia en un idioma que no es el suyo.
Al arribar a México, dos meses atrás, dio inicio el curso intensivo: dos horas diarias de clases al terminar el entrenamiento. Hoy, su dominio si bien no es total, sí es suficiente. Ahora, las lecciones de castellano son únicamente de una hora, tres veces por semana.
Lo aprendido se nota en la seguridad con la que el técnico se expresa. Hilvana las ideas sin problema alguno. Entiende cada cuestionamiento. Observa a sus interlocutores. Tiene el control. Al fondo de la sala, una camarógrafa estornuda. El técnico interrumpe sus palabras. “Salud”, le dice. Provoca sonrisas.
De repente, como es normal, con alguna palabra surge la duda. “¿Cómo se dice ‘forwards’?”, pregunta. Voltea a su derecha, donde la traductora esta vez observa más de lo que habla. “Atacantes”, le responde.
Su español fluye sin problema. Tiene acento italiano en ocasiones. Se comprende: jugó con la Sampdoria, años atrás. Habla del equipo con soltura. “Nosotros ‘deserved’, ¿cómo es?”, dice. “Merecimos”, le contestan. “Nosotros merecimos el empate en Toluca”, completa el estratega.
Cerca del final, una pregunta a toda velocidad olvida la recomendación inicial. Conforme las palabras corren, la duda surge en el rostro. El cuestionamiento, además, es largo. Cuando termina, el técnico rojiblanco es honesto: “No entendí nada”. La risa explota en la sala de conferencias.
Le explican la pregunta. Responde nuevamente en español. Cuando se retira recibe algunas felicitaciones. Las clases han servido. Es John Van’t Schip, versión sin traducción. “Muchas gracias a todos”, dice. Y después, se va.