Marco Fabián, uno de los referentes del equipo, reconoce el mal momento del Rebaño Sagrado.
Son casi 45 mil impecables butacas. Es un estadio moderno, funcional, único en el futbol mexicano. Pero sobre esos asientos carentes de historia, no hay aficionados. En la cancha sintética, el Guadalajara entrena previo al partido del sábado ante San Luis. Hace año y medio que pisan ese césped, donde los resultados no llegan. Pero el plantel es tajante: eso ya no es pretexto.
Marco Fabián, uno de los referentes del equipo, reconoce el mal momento del Rebaño Sagrado. Lamenta la situación. La tribuna desolada acoge sus declaraciones. En los partidos no cambia mucho. El estadio, pese a todas las cualidades que pueda tener, no ha enganchado a los seguidores rojiblancos.
Es quizá por el mal juego de nosotros o cosas futbolísticas, más que por el estadio. No hay que buscar excusas, sino tratar de hacer lo nuestro en la cancha. Al principio sí pasaba por una cuestión de adaptación, pero ya ha pasado tiempo y la conocemos bien. También llegó a pasar en el Jalisco, que cuando no hay resultados, se aleja la gente, pero cuando el equipo esté mejor, la afición va a venir. Este equipo tiene que levantar, asegura Fabián.
El campo artificial no se ha convertido en la fortaleza que el Guadalajara esperaba. El último triunfo de Chivas en el Omnilife se remonta al 20 de agosto del año pasado, cuando superó al Monterrey por 2-1. Luego, el escenario fue cedido al Comité Organizador de los Juegos Panamericanos. El cuadro tapatío volvió a su casa para la jornada 17 del Apertura 2011 y posteriormente fue eliminado por Querétaro ahí mismo.
La cancha no es pretexto. Ya es mucho tiempo (sin ganar en el Omnilife), yo alguna vez dije que esta casa teníamos que hacerla fuerte, que a los rivales les costara trabajo ganar aquí. Aún no se ha podido, pero tenemos que dejar de pensar en eso y hacer de este lugar un estadio difícil. Ganando el sábado, vamos a tomar confianza y el equipo saldrá adelante, añade el volante rojiblanco.
Y finalmente, reconoce el mal momento anímico que sufre el plantel. No hay que negarlo, existe la desconfianza por falta de puntos y triunfos. Lo tenemos en la cabeza, cada quien tiene que pensar en lo que ha hecho. El futbol debe jugarse sin esa preocupación a tener algún error y hacer lo que alguna vez nos tuvo arriba, concluyó.