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Candidatos independientes

Diálogo

YAMIL DARWICH

Recientemente, la Cámara de Diputados, aprobó la participación de candidatos independientes en las contiendas electorales, no obstante que el Tribunal Federal Electoral rechazó lo propuesta de Manuel J. Clouthier Carrillo; de ahora en adelante, luego de las elecciones de 2012, cuyo plazo de registro ya expiró, cualquier ciudadano interesado en servir en la administración pública y con méritos suficientes para pretenderlo, podrá postularse para puestos de presidente, diputados o senadores. Decisión que, sin duda, abre posibilidades a una nueva manera de hacer política en México, representando una nueva luz de esperanza para que cambie y mejore nuestro sistema político.

Queda pendiente la aprobación de la Cámara de Senadores y, consecuencia de lo mismo, la reforma constitucional pertinente.

Ser candidato independiente, significa simple y llanamente que el interesado no tendrá la necesidad de ser propuesto por un partido, como sucede hasta ahora; en adelante, podrá romperse el monopolio del acceso al poder público, con ciudadanos que no pertenezcan a ningún grupo político en particular; aunque en ello, algunos opositores encuentren su principal debilidad.

Desde luego que, como toda alternativa de elección popular, se presentan particularidades consideradas como positivas o negativas, que tienen un peso específico para el señalamiento de la balanza en la toma de decisión y habrá que considerar cada caso electoral en lo particular.

Entre los aspectos positivos, aparece en primerísimo lugar, que el candidato no tendrá dependencia partidista y con ello los controles de grupos de poder quedan limitados; otro beneficio es la posibilidad que tiene el electo, de seleccionar a sus colaboradores, tomando únicamente en consideración los antecedentes de honorabilidad y capacidad técnica profesional, que sin duda redundará en mejores resultados; de igual manera, podrá removerlos sin la participación de grupos con intereses diversos que quisieran mantener su cuota de poder.

Al provenir de la propia ciudadanía, ese electo independiente, estará más sensibilizado de la realidad social y asimilará mejor las necesidades de las personas comunes y corrientes.

Otro punto positivo es que, sumada a su propia independencia, el elector tendrá más libertad en la toma de decisión, abriéndose la posibilidad de contar con un líder que pueda encabezarnos y luchar contra monopolios, controles y abuso de poder de grupos hegemónicos.

Entre las particularidades negativas, se enumera: primero, la corta capacidad económica, que limitará sus posibilidades de pagar comunicación para manifestarse y declarar su postura atrayendo simpatizantes; también habrá que definir el procedimiento para asegurar la trasparencia en el manejo de recursos económicos que se le aporten.

La maquinaria electoral instalada y en funciones, de los diferentes partidos políticos, será un fuerte enemigo a vencer.

También se corre el riesgo de elegir a personas poco calificadas y hasta mal intencionadas, que confundan al electorado con su personalidad, simpatía, calidad de comunicación - la llamada inteligencia social - o imagen pública.

La inexperiencia puede ser un factor importante, ya que las buenas intenciones por servir no son suficientes para tomar mejores decisiones y tampoco descarte la posibilidad de la aparición, en la vida nacional, de peleles que participen en las elecciones, con el apoyo oculto de grupos minoritarios, incluidos los narcotraficantes.

También es posible quede abierta la manipulación del candidato independiente, por grupos de poder. La cultura de corrupción que nos ahoga, puede encontrar un buen nicho de oportunidad.

Al respecto, Luis Guadalupe Martínez, presidente de la Comisión Permanente de Administración de Justicia de la LXI Legislatura, declaró: "Las candidaturas independientes, aprobadas por la Cámara de Diputados y el Senado de la República, pueden abrir la política electoral al crimen organizado, iglesias y grupos corporativos, entre otros poderes fácticos, por lo que ponen en riesgo el sistema democrático del país". verdad empañada por el sensacionalismo y el evidente interés partidario de no ceder poder.

Me di a la tarea de investigar documentalmente el tema y de preguntar a personas calificadas profesionalmente y, en general, todos están conscientes de las ventajas y desventajas de la aparición de la figura de candidato independiente; piensan que será un nuevo impulso al avance de la democratización de México.

Países como España, Australia, Canadá y los propios Estados Unidos de Norteamérica, son ejemplos de sistemas políticos con la figura de candidato independiente y, en general, les ha ayudado a mejorar sus sistemas electorales, así que tampoco es novedad en el mundo.

De cualquier manera, esta nueva posibilidad electoral está planteada para el futuro, luego de vencidos los plazos para registro de candidatos para la contienda de julio del presente año.

Cada día, el ciudadano común y corriente está más interesado en conocer sus alternativas en términos electorales, lo que favorece la aparición de líderes independientes que puedan dar otra opción para cambiar al país; es necesario que nos mantengamos atentos y en su momento, seamos partícipes del perfeccionamiento de nuestra realidad democrática. ¿Acepta su compromiso personal?

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