La jornada del Papa el sábado incluye un encuentro en privado con el presidente Felipe Calderón y saludar a niños en una plaza de la ciudad de Guanajuato. (AP)
Jóvenes dieron un regalo especial al Papa Benedicto XVI muy al inicio del primer día que pasará completo en México: le cantaron "Las Mañanitas, una canción mexicana tradicional..
"Cantamos con todo nuestro corazón y con toda nuestra fuerza", dijo María Fernanda de Luna, originaria de la ciudad occidental de Guadalajara y una de las 25 personas que participó en el canto.
"Se nos enchinaba (erizaba) la piel de cantarle las mañanitas", añadió.
Los jóvenes, que le cantaron desde un callejón cercano al colegio, dieron así una bienvenida similar a la que muchos mexicanos daban a Juan Pablo II, el antecesor de Benedicto XVI y quien mantuvo una relación estrecha con la feligresía mexicana que lo llegaban a llamar "El Papa Mexicano".
La jornada del Papa el sábado incluye un encuentro en privado con el presidente Felipe Calderón y saludar a niños en una plaza de la ciudad de Guanajuato.
Un día después de su arribo a México, donde dijo que rezará especialmente por las víctimas de la violencia, el Pontífice inició el sábado sus actividades en la ciudad de León con una misa privada en la capilla del Colegio Miraflores que lo albergará las tres noches que pasará en el país. A esa hora, sin embargo, ya había sido agasajado con "Las Mañanitas".
Benedicto XVI, quien está a punto de cumplir 85 años, dedicará varias horas en actividades privadas y por la tarde se trasladará de León a la ciudad de Guanajuato para encontrarse con Calderón, quien el viernes también lo recibió en una ceremonia en el aeropuerto internacional de Guanajuato en la que agradeció que el Pontífice aceptara visitar un México que "ha sufrido... la violencia despiadada y descarnada de los delincuentes".
Tras el encuentro con el mandatario mexicano, el Papa acudirá a la Plaza de la Paz de la misma ciudad de Guanajuato para encontrarse brevemente con niños y a quienes se tiene previsto que les ofrezca un mensaje.
Benedicto XVI, que en casi siete años de pontificado nunca había visita un país de habla hispana en Latinoamérica, tuvo una calurosa bienvenida de miles de personas que entre gritos de júbilo lo aguardaron se extendieron a lo largo de los cerca de 32 kilómetros que recorrió desde el aeropuerto hasta el Colegio Miraflores.
"¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!", repetían las personas que lo recibieron. Esa misma frase le fue dicha a su antecesor, Juan Pablo II, quien estuvo en México en cinco ocasiones, aunque nunca en Guanajuato.
El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dijo la noche del viernes que Benedicto XVI busca continuar la labor de Juan Pablo II en México.