Se salva.Una grabación del momento del accidente reveló que el capitán del crucero sí abandonó el barco para salvar su vida.
El capitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, abandonó la nave cuando ésta se inclinaba tras chocar con un escollo frente a la isla italiana de Giglio, el pasado 13 de enero, y no cayó de ella, como ha declarado.
Así lo reveló la interceptación de una de sus pláticas telefónicas con un amigo al día siguiente al accidente, el sábado 14, sin saber que su plática era escuchada y grabada por orden de la fiscalía de Grosseto, que lo acusa de homicidio culposo múltiple, naufragio y abandono del barco.
'Cuando entendí que la nave se estaba inclinado descendí', confesó Schettino a un amigo, con el que habló telefónicamente el pasado 14 de enero y cuya plática interceptada fue publicada este día por medios locales.
El contenido de las 'escuchas' desmintió las declaraciones que el capitán del Costa Concordia dijo a los fiscales, a los que aseguró haber caído de la nave accidentalmente. Pero además, Schettino reveló haber recibido presiones de la compañía Costa Crociere, propietaria del barco, para acercarse a la costa, como lo hizo la noche del 13 de enero, por razones publicitarias.
Por su parte, el oficial encargado de la seguridad, Martino Pellegrini declaró a los magistrados de Grosseto que cuando vio que la sala de máquinas estaba inundada, tras el choque del barco con un escollo, preguntó a Schettino lo que había que hacer sin recibir respuesta.
'Comprendí que él (Schettino) no estaba en grado de tomar decisiones, por lo que fui yo quien dio la orden de evacuar', dijo Pellegrini, según la declaración escrita que hizo a los fiscales y que fue conocida este martes.
Ayer fue encontrado el décimo sexto cadáver, perteneciente a una anciana aún sin identificar.