De frente. Henrique Capriles, el candidato opositor a Hugo Chávez, se mantiene aún soltero pero no duda en formar próximamente una familia y tener hijos.
Un joven abogado de clase media alta surgió en la escena política venezolana como el candidato único para disputar la presidencia al actual mandatario Hugo Chávez en las elecciones del 7 de octubre.
Henrique Capriles, de 39 años, se convirtió desde su elección en el candidato incómodo por su estilo informal, su dinamismo y su juventud, que enfrentará en las urnas a un mandatario que aspira a ser reelecto luego de 13 años en el poder en medio de una batalla contra el cáncer que le detectaron en 2011.
El aspirante opositor registrará su candidatura el domingo con el apoyo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, compuesta por unos 20 partidos de izquierda, conservadores moderados y tradicionales.
Para el analista político Ricardo Ríos, aunque Capriles se encuentra abajo en las encuestas, "la vitalidad que le está poniendo la oposición a la campaña contra la inamovilidad total que va a presentar el candidato (del gobierno) poco a poco va ir mermando esa certeza alrededor de Chávez", agregó.
Encuestas recientes, algunas promocionadas por el gobierno, le dan a Chávez una ventaja de alrededor de 20 puntos porcentuales sobre su rival, mientras otros estudios hablan de que el mandatario superaría al opositor solo por unos cinco puntos.
En un país que tradicionalmente ha sido gobernado por líderes ya entrados en años, el surgimiento del joven gobernador del estado central de Miranda sacudió la política venezolana.
El estilo informal y dinámico le ayudó a consolidar un liderazgo que ha contagiado a miles de seguidores y le permitió entrar en los sectores pobres, donde tradicionalmente la oposición no era bien recibida.
Fue el más joven vicepresidente del extinto congreso bicameral en 1999, alcalde del municipio capitalino de Baruta (2000-2008) y miembro fundador y líder del partido humanista Primero Justicia. En el 2008 fue electo gobernador del segundo mayor estado del país.
Pero también ha enfrentado dificultades en su vertiginosa carrera. En el 2004 fue encarcelado durante cuatro meses por unas manifestaciones violentas que se dieron en la sede de la embajada de Cuba durante el fallido golpe de Estado del 2002 en Venezuela.
Fue imputado por los delitos de quebrantamiento de principios internacionales, violencia privada y violación de domicilio por parte de funcionarios públicos, pero el proceso nunca prosperó. Dijo en esa ocasión que el enfrentar ese "linchamiento político" le permitió aumentar su capital electoral. "Henrique fue una persona que dio la cara, que no huyó, que enfrentó en un momento dado una cárcel que nadie sabía cuánto iba a durar y la superó", dijo el diputado y compañero de tolda política, Julio Borges, al destacar que Capriles debió enfrentar una justicia controlada por el gobierno que según él buscaba truncar su carrera política.
Tras superar los problemas legales, Capriles se encaminó en 2008 hacia el reto de la gobernación del estado Miranda que para ese entonces era controlada por uno de los más estrechos e influyentes colaboradores de Chávez, el teniente retirado Diosdado Cabello, al que derrotó en las elecciones regionales. "El hecho que Henrique le haya ganado a Diosdado Cabello con un trabajo cuerpo a cuerpo en Miranda es una garantía de que va a lograr lo mismo a nivel nacional, y eso la gente lo ve como una garantía de que tiene la fuerza para enfrentar nada más y nada menos que a Chávez", dijo Borges.
Capriles fue criado bajo la fe de la Iglesia Católica, que es mayoría en Venezuela, y con una orientación centro-izquierdista.
En su afán por romper con la "vieja forma de hacer política", en la que engloba directamente a Chávez y algunos de sus colegas opositores, el dirigente ha luchado contra lo que considera la "partidización" del país.
Le gusta compararse con el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y ha promovido diversos programas estatales de apoyo a los sectores pobres a los que atiende sin importar su orientación política, lo que le ha ganado el respeto y simpatía entre algunos seguidores de Chávez.
Capriles se separó formalmente de su cargo de gobernador el 6 de junio para dedicarse a tiempo completo a la candidatura presidencial.