El también Arzobismo primado de México pide retomar el Evangelio para hacer frente a la violencia que ocurre en el país. ARCHIVO
El cardenal Norberto Rivera Carrera pidió volver los ojos hacia el Evangelio ante la dureza de los fenómenos que se presentan en la sociedad actual, como la violencia, la agresividad, el uso de la fuerza y el terrorismo.
Durante su homilía de la misa dominical en la Catedral Metropolitana, el también arzobispo primado de México consideró que la actual “civilización dura, fría y violenta” complica a los seres humanos para aceptar la misericordia y el perdón como valores.
“El volver nuestros ojos hacia Jesús y ser compasivos nos ayudará a recuperar la admiración perdida hacia la misericordia, el perdón y la compasión, valores indispensables para rehacer el tejido social, para que la paz y la convivencia humana se hagan posibles en nuestras familias y en los centros de trabajo”, recalcó.
Exhortó a los católicos a ser agentes activos de la compasión y misericordia, pues aseguró que la sociedad esta urgida de esos valores humanos.
Sin embargo, el prelado dijo que para mostrar el amor misericordioso es necesario que cada uno reconozca su enfermedad y pecado, confesarse y arrepentirse de ellos.
“La cultura moderna nos inculca que es un error reconocernos pecadores, que cultivar el sentido de culpa y darnos golpes de pecho es vergonzoso, porque lo que llamamos pecado sólo es un tabú, son condicionamientos e inhibiciones de nuestra infancia, preferencias o inclinaciones”, expresó.
Reiteró que el Cristiano debe descubrir el auténtico sentido bíblico de la consciencia del pecado y tener la sabiduría, así como el valor de pedir perdón, pues “es fundamental reconocer la enfermedad y saber pedir perdón”.
La cultura moderna dominante manifiesta los fenómenos sociales y tiene como común denominador la dureza que se refleja en sus expresiones, como la pintura y la escultura que muestran imágenes descoyuntadas, música estridente y chillona.
“En esos ambientes triunfa el punk y el hard rock, la cadena y la moto con el escape abierto; en nuestra misma Iglesia ha sido aplaudida una interpretación violenta del Evangelio, que llega a presentar a Jesús como un guerrillero, metralleta en mano y gesto duro”, explicó.
Enfatizó que ante esos fenómenos culturales la misericordia es una virtud que no se opone a la responsabilidad de los cristianos de luchar a favor de los oprimidos y marginados sino por el contrario es un sello.
Antes, el prelado dio la bienvenida al embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, quien permaneció unos minutos en la ceremonia religiosa, previa reunión con el cardenal por espacio de 20 minutos.
En su mensaje de bienvenida, Rivera Carrera comentó que la libertad religiosa es algo personal, y durante las peticiones que realizaron los fieles en la ceremonia litúrgica hubo oraciones para que en Cuba abran los corazones al Papa Benedicto XVI en su próxima visita a ese país.
También se pidió por los enamorados ante la proximidad de los festejos por el Día de San Valentín, por los políticos y por la sociedad acosada por la violencia.