La remodelación del estadio Omnilife está cerca de terminar.
Es el mismo estadio de siempre, pero se siente diferente. En el juego de los sentidos, son dos los que destacan: la vista y el olfato. El verde del césped se extiende por casi todo el campo, llena los ojos con su futbolero color. El aroma es inconfundible, el pasto natural impregna la respiración, con la sensación de que ahora es como siempre debió.
La colocación de la nueva cancha del Omnilife, casa de Chivas, está muy cerca de concluir. El proceso que inició por el arco norte ya casi ha llegado al lado sur. Son pocos los espacios de tierra que se aprecian en el total de la superficie.
Debajo del campo hay una capa de 8 mil 214 metros cuadrados de geotextil, como base. Encima, se vaciaron 820 metros cúbicos de arena proveniente de Colima, mezclada con tierra vegetal. Esa es la capa de 30 centímetros donde habrá de enraizar el césped natural.
En total, son 8 mil 214 metros cuadrados de pasto Tall Fescue, tipo triple corona los que se pondrán en la casa del Rebaño Sagrado. Hasta este jueves, los avances son visiblemente evidentes, pues la colocación de la cancha está cerca de concluir.
Según lo proyectado, será mañana viernes cuando se den los últimos detalles para terminar de instalar los rollos de pasto. Entonces, comenzará el proceso de enraizamiento, que será lo más tardado para que la nueva superficie rojiblanca quede lista para la práctica del futbol.
Dentro del estadio, hay decenas de personas trabajando para cumplir con los tiempos estimados. Los rollos que faltan por colocarse se encuentran a un costado de la cancha. Dentro del campo, los aspersores ya riegan el pasto que ha sido instalado.
Desde ahora, ya se cuida el césped que fue sembrado en viveros de Celaya, Guanajuato, con semillas Berentsen. Su tono es verde intenso, pero en el contexto de la casa rojiblanca tiene un contexto diferente: su color es de futbol.
Este mismo tipo de pasto se utiliza en estadios de futbol americano de Estados Unidos. En México, será la primera cancha con esta clase de césped, que promete soportar climas extremos, además de tráfico pesado, por lo que el estadio Omnilife no tendrá problema para seguir siendo sede de eventos musicales.
Las imágenes hablan por sí solas. El avance es casi total. La cancha está a punto de quedar instalada. Pero hay algo que escapa de las fotografías: este lugar tiene ahora un aroma distinto. El Omnilife huele a futbol.