Quien no declare su religión para no pagar el impuesto religioso no podrá gozar de sacramentos como el matrimonio o el bautizo, ni podrá apadrinar a niños católicos. ARCHIVO
En Alemania, cuando las personas realizan su declaración anual de impuestos, deben declarar a qué religión pertenecen, si son católicos romanos, un poco menos del 10 por ciento de su ingreso anual es recaudado por el Estado y pasado al Vaticano y las iglesias locales.
Anteriormente, los alemanes no estaban obligados a declarar su religión, de modo que el pago del impuesto religioso no se efectuaba en todos los casos, no obstante, una nueva ley, muy controversial en Alemania, busca cambiar esta situación.
Desde este lunes pasado quienes no digan su religión en su declaración de impuestos serán fuertemente sancionados con exclusiones dentro de la Iglesia católica.
Por citar algunos casos, aquellas personas que no se digan católicas no podrán acceder a sacramentos como el bautizo o el matrimonio, no podrán trabajar en la iglesia o asociaciones afiliadas a esta ni podrán ser padrinos de niños católicos.
Incluso aquellos alemanes que mueran no podrán gozar la bendición de la Iglesia a menos que se muestren 'realmente arrepentidos', según un comunicado de la Conferencia Episcopal.
La nueva medida ha causado polémica pues es considerada como una forma de obligar a aportar el impuesto religioso y es vista como una actitud antireligiosa de la Iglesia.
^AC