El cerco de seguridad impuesto por el Estado Mayor Presidencial alrededor de la Cámara de Diputados seis días antes de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto generó controversia entre legisladores.
El priista Jesús Murillo Karam, presidente de la Cámara de Diputados, dijo que la Mesa Directiva no pidió al Gobierno federal el cierre de los accesos al Palacio Legislativo de San Lázaro y que sólo se ha solicitado un operativo adentro del recinto a partir del jueves.
Con respecto a la seguridad afuera de la Cámara, Murillo dijo que sólo pidió que las medidas "sean las menores molestias posibles".
Sin embargo, desde el domingo, cientos de elementos del Estado Mayor Presidencial y la Policía Federal instalaron vallas y retenes en varias cuadras a la redonda de San Lázaro y cerraron estaciones del metro cercanas, causando un caos en el transporte alrededor de la zona.
El paso en las vallas está restringido a legisladores y empleados de la Cámara.
Peña Nieto tomará posesión en la sede de la Cámara de Diputados el sábado por la mañana.
Murillo Karam dijo que como presidente de la Cámara sólo tiene facultades para pedir seguridad adentro del recinto "y adentro todavía no hay nadie".
El coordinador de la bancada del Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal, consideró "excesivo" el cerco.
Monreal pidió a la Junta de Coordinación Política de la Cámara una explicación por las medidas de seguridad y hoy presentará un punto de acuerdo para que los diputados exijan reducirlas.