El grupo subversivo Sendero Luminoso asestó hoy el más significativo golpe que haya podido dar en los últimos años: obligar a renunciar a los ministros de Defensa y del Interior, quienes fallaron en sus estrategias de lucha antiterrorista.
El analista peruano Víctor Robles dijo que la falta de liderazgo y errores en la implementación de la política contrainsurgente, así como la muerte de nueve militares a manos de Sendero Luminoso, afectaron a los responsables de la seguridad en Perú.
“Sin duda es un golpe político y hay que readecuar las estrategias”, indicó el analista político.
Los ministros de Defensa, Alberto Otárola, y del Interior, Daniel Lozada, dimitieron esta tarde a sus cargos a pocas horas de que se debatiera su destitución en el Congreso de la República, donde la oposición los cuestionó severamente.
Pero esta salida abrupta y no concertada de los ministros, en momentos en que el presidente Ollanta Humala se encuentra de gira por Asia, daña a la democracia, consideró Robles, director del Instituto Paz y Democracia.
El también conductor del programa “Ajuste de cuentas”, de la televisora privada Willax, dijo que no se entiende que el terrorismo le haya declarado la guerra a la democracia otra vez, tal como lo hizo Sendero Luminoso en 1980.
“En estas circunstancias, los demócratas no podemos mostrarnos divididos ante el agresor y si Sendero avanzó tan lejos fue porque los demócratas se lo permitimos; subestimando al enemigo primero, y dejando después la guerra en manos de los militares”, añadió.
Robles aseveró que una vez más el terrorismo logra una victoria política importante, e indicó que los senderistas deben estar brindando con champaña en algún lugar del Valle de los Ríos Apurimac Ene (VRAE), mientras en Lima se dan las renuncias de ambos ministros.
“Un sector de nuestra clase política se niega a ver estos hechos, y en vez de resolver la crisis de manera concertada con el Ejecutivo, ha obligado a renunciar a Lozada y a Otárola, regalándole a la subversión las cabezas de dos ministros”, aseveró.
A su vez, el analista Jaime Antezana, en contraposición con la postura de Robles, negó en declaraciones que la renuncia de los ministros constituya un “golpe político” de Sendero Luminoso.
“Lo que habido es una demostración de fuerzas con los militares y policías en la que Gabriel Quispe Palomino (jefe actual de Sendero Luminoso en el VRAE) y sus secuaces lograron dejar en ridículo a las fuerzas de seguridad”, señaló Antezana.
Recordó que varios sectores del país, incluida la población del VRAE, han condenado el asesinato de los nueve policías y militares, e incluso muchos exigen que se les reconozca como héroes, por lo que la renuncia de los dos ministros no es un triunfo político.
El experto sostuvo que el fracaso estrepitoso de las operaciones contra Sendero Luminoso, realizadas en los últimos días, “tiene que tener responsables políticos”.
Al momento de renunciar, el ministro de Defensa rechazó las críticas de la oposición y negó que las fuerzas armadas hayan abandonado a dos efectivos militares que bajaron de un helicóptero.
Lo que pasó, explicó Otárola, es que la nave (un MI-17) comenzó a ser agredida y recibió 18 impactos de bala, por lo que nuevamente alzó el vuelo, dejando en tierra a dos hombres, pero con esa acción se salvó la vida de otras 18 personas que iban en la nave.
Admitió que falta equipamiento de las tropas y “es un deber admitirlo” y pidió a los peruanos estar unidos en torno a sus fuerzas armadas, ya que la “insania terrorista” busca frenar el desarrollo del país.
