El ambiente en las tribunas del Corona fue de lo mejor, como lo demuestran estos seguidores albiverdes. (Jesús Galindo)
En medio de una tolvanera, Santos Laguna logró anoche contra Tigres su victoria número 250 como local en Primera División, coincidencialmente la primera de su historia había sido contra los felinos el 23 de octubre de 1988.
Un ambiente de fiesta se vivió anoche en el Estadio Corona, la gente apoyó de manera incondicional a los Guerreros desde el inicio del encuentro y lo alentó de manera incondicional para que regresara a la senda del triunfo después de cuatro jornadas de no saborear las mieles del triunfo.
El camino de acceso al Territorio Santos Modelo fue complicado, sobre todo por la antigua carretera a San Pedro, en la que se instaló un retén por parte del Ejército antes de llegar a la puerta, en donde hubo una larga fila de automóviles varados, ya que los soldados registraban las cajuelas de la mayoría de los vehículos.
La gente tardó en ingresar al Estadio Corona, ya que primero se facilitó el ingreso de la porra Libres y Locos del equipo visitante, lo cual ocasionó que se formaran largas filas en las diferentes puertas de acceso al inmueble.
Un buen número de aficionados se perdió el primer gol de Santos Laguna, incluso algunos integrantes de la porra La Tribu de Magdalena Tovar, quien se mostraba inquieta por el retraso.
El primer tanto de los Guerreros, al minuto 13, fue festejado con gran algarabía en las tribunas y enseguida apareció la tolvanera para unirse al festejo.
La visibilidad se redujo como consecuencia de este fenómeno, el cielo oscureció un poco, pero no impidió que Oribe Peralta anotara al minuto 16 y rompiera con el ayuno de goles que vivía desde su regreso de los Olímpicos.
Los más sorprendidos con las anotaciones santistas fueron los jugadores de Tigres, que habían estrellado un balón en el poste por conducto de Elías Hernández.
La "lluvia lagunera'' bajó de intensidad y al minuto 37 como un bálsamo llegó el gol del descuento para Tigres en el cobro de la pena máxima. El primer tiempo concluyó con un 2-1 a favor de los Guerreros y con la novedad de que la tolvanera había concluido minutos antes.
El medio tiempo fue el escenario donde la medallista olímpica mexicana Aída Román demostrara por qué es la segunda mejor arquera del mundo.
Aída ejecutó cuatro tiros con el viento en contra, con un alto grado de dificultad, sus calificaciones fueron ocho, ocho, siete y diez, siendo ovacionada largamente.
El ambiente en las tribunas fue de gran intensidad y estalló al minuto 74 con el golazo de Quintero. La anotación encaminaba a Santos a su victoria número 250 como local en Primera División.
Los gritos de ¡olé, olé! se escucharon al minuto 86, los aplaudidores eran agitados de manera incesante y los cánticos se escuchaban con gran fuerza en las tribunas del Estadio Corona.
Al término del encuentro los Guerreros fueron despedidos entre aplausos y porras, los aficionados estaban contentos por la victoria conseguida y la saborearon de manera especial porque había sido frente a Tigres, un acérrimo rival de Santos Laguna, que anoche sufrió su segunda derrota del año en "La Casa del Dolor Ajeno".
