La situación de los derechos humanos en Colombia, Cuba, Honduras y Venezuela se deteriora sin visos de mejora sustancial a corto plazo, dijo hoy la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que censuró el embargo de Washington a la isla.
Al presentar su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el continente, la CIDH colocó a estos cuatro países en el apartado de naciones “objeto de especial atención”, también llamada “lista negra”.
Los mismos países fueron los únicos incluidos en el Capítulo 4 del reporte, que se refiere a naciones donde la situación de los derechos humanos preocupa en forma especial.
En el caso de Venezuela, la CIDH dijo haber identificado situaciones estructurales, como las normativas que implican restricciones legales y administrativas que afectan el goce y disfrute de los derechos humanos.
Se refirió a “graves situaciones de inseguridad ciudadana y de violencia en los centros penitenciarios, las cuales implican una afectación al ejercicio de los derechos humanos a la vida y a la integridad personal”.
“A la luz del panorama sobre seguridad ciudadana en Venezuela, la CIDH considera que las acciones estatales adoptadas por el Estado han sido insuficientes”, expuso.
En Cuba, la CIDH dijo que la información disponible más reciente sugiere que las restricciones a los derechos políticos, de asociación, de expresión y de difusión del pensamiento, así como otras prácticas, “no han variado”.
La Comisión se refirió también al embargo comercial que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde 1961, y reiteró su demanda de cesar la medida unilateral, ante el “impacto que generan tales sanciones económicas sobre los derechos humanos de la población cubana”.
Por lo que toca a Colombia, la CIDH considera que en ese país persisten situaciones coyunturales o estructurales que “afectan seria y gravemente el goce y ejercicio de los derechos fundamentales consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.
Con relación a Honduras, la Comisión dijo que la descomposición en la situación de los derechos humanos, agudizada después del golpe de Estado de 2009, se mantiene en niveles alarmantes.
La CIDH aludió la persistencia de “graves y masivas violaciones de los derechos humanos” en esa nación, que ha sido motivo de particular atención debido al elevado numero de periodistas y comunicadores ultimados en los últimos tres años.
