N términos muy esquemáticos, la pirámide social en nuestro país está conformada por tres niveles, cada uno de los cuales coincide en nivel de ingreso, grado de escolaridad y manera de pensar.
Así, en la punta de la pirámide está 15% de la población con ingresos altos, buena educación e ideas conservadoras del estado de cosas que los mantiene en posición de privilegio. En medio, 25% de la población, con ingresos medios o medio-bajos, que se esfuerzan por hacer de la educación una herramienta de movilidad social y que, por lo tanto, son críticas del statu quo y son sensibles al cambio. Como base de la pirámide social está 60% de la población, con ingresos medio-bajos, bajos y de subsistencia, con pocas o nulas oportunidades de educación y fácilmente manipulables por la TV y la radio, que para la mayoría de ese segmento son su única fuente de información y orientación.
Si revisamos las encuestas electorales -con la salvedad de que en la mayoría de los casos se han convertido en instrumentos que conducen percepciones e imponen realidades al ser reproducidas por los medios de comunicación masiva- encontramos que, en promedio, Enrique Peña Nieto cuenta con 38.5% de la intención del voto; Josefina Vázquez Mota con 23.5%; AMLO 17.8% y Gabriel Quadri 0.8%. Esto deja a 19.4% en el terreno de los indecisos.
Ese segmento poblacional cercano a 20% coincide con el 25% que en la pirámide poblacional conforman personas con ingresos medios y medios-bajos, cada vez mejor informadas y proclives al cambio. Grupo éste cada vez más crítico del statu quo y de los contenidos televisivos, segmento que encuentra en las redes sociales mejores opciones para enterarse e informarse.
De acuerdo con un portal llamado La Red, que se define como un espacio de la sociedad civil ( www.massano.com.mx/?p=274 ), 34 millones de mexicanos usan la Internet. El público usuario pasó de 7 millones en 2000 a 34 millones en 2012. Y mire usted estos otros dos datos: 87% de los internautas mexicanos está en el rango de los seis a los 44 años de edad; y 14 millones de jóvenes que votarán por primera vez el próximo 1 de julio son los que más navegan en las redes sociales, principalmente en Facebook, en Twitter o en YouTube.
Es ahí, por lo tanto, donde se encuentra gran parte del voto de los indecisos, razón por la cual los candidatos presidenciales afinan mejor sus estrategias de proselitismo y búsqueda del voto en las redes sociales.
De hecho, en esta elección de 2012 se podrá medir el verdadero alcance político de Facebook, Twitter y YouTube y van a confrontar su influencia decisoria con la radio y la televisión.
De ahí que cobre importancia el señalamiento que hace el portal La Red en el sentido de que se empezaron a registrar los primeros indicios de censura en Internet luego de que Twitter y YouTube empezaron a retirar materiales en los que se hacen ácidas críticas de los candidatos presidenciales.
"En Twitter -dice La Red- se han eliminado mensajes en los que se hace mofa de la candidata Josefina Vázquez Mota y en Facebook fue retirado un videoparodia denominado Pepe El Toro vs. Enrique Peña Nieto. No refiere que se hayan retirado mensajes y/o videos satíricos de López Obrador o Gabriel Quadri.
1.- CUMBRE. Llamó la atención que Juan Manuel Santos, presidente de Colombia -país que ha sido como el ejemplo a seguir para detener el narcotráfico por medio de la confrontación violenta a los cárteles-, aceptara este fin de semana en la Cumbre de las Américas el fracaso de la estrategia vigente en la guerra contra las drogas. Incluso sorprendió que propusiera una discusión seria sobre la eventual y paulatina despenalización del consumo de drogas. Por supuesto que EU brincó y Barack Obama dijo que despenalizar no es la respuesta. Por su parte Felipe Calderón le confió a su homólogo peruano, Ollanta Humala, que el narco ya reemplaza funciones del Estado. En México la guerra de Calderón ha costado 70 mil vidas y 750 mil millones de pesos. Grave, muy grave.
2.- EVALUACIÓN. En un análisis retrospectivo presentado la semana pasada, el presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), José R. Castelazo, aseguró que ese organismo ha sido decisivo en el desempeño y mejoría de los procesos y organización de los poderes, órganos y entidades públicos. El INAP, precisó, ha permitido que la gestión pública responda a las demandas y necesidades del país.
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